¿Para qué querríamos unas Apple Glasses? (Opinión)

Esta semana hemos visto filtraciones, rumores y una tormenta de información sobre el próximo producto revolucionario de Apple. Esto siempre es llamativo porque la compañía no suele sacar nuevas líneas de productos, sino que prefiere un catálogo reducido, atractivo y único. Pero, según hemos sabido ahora con más detalles que nunca, unas Apple Glasses están en camino. No sabemos si se presentarán en 2020 o 2021, pero tarde o temprano las tendremos entre nosotros. Es por ello que, con el fin de comentar la utilidad y el concepto de este producto, lo analizaremos en base a los datos que tenemos.

Apple Glasses: más personal que el Apple Watch

Si con los relojes inteligentes ya nos vendían la moto de que teníamos el accesorio más personal, siempre en nuestra muñeca, con las gafas podríamos ver lo mismo. En la cara y a la vista de todo el mundo. Moda, estilo y utilidad. Lo primero se puede entender, sobre todo después de ver el éxito de las correas del Apple Watch, pero lo de utilidad… Yo lo pongo en duda. ¿Qué pueden hacer estas gafas por nosotros? He ahí la cuestión.

 

Y es que entendemos bien qué hacen unas gafas de realidad virtual, pero estas irían por el camino de la Realidad Aumentada, al menos así se cree. Pero sus paneles y su interfaz no taparía nuestra visión por completo. Hablamos de un accesorio que nos ofrezca información o contenido sin sacarnos del mundo real. Hasta día de hoy eso lo hace el iPhone, el iPad… Y si quieres un acceso más rápido y sencillo, sin agarrar el dispositivo, tienes el Apple Watch.

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¿Quiero decir con esto que las Apple Glasses serían inútiles y estúpidas? Por supuesto que no. Ya conocemos a Apple. Si lanza un producto tan arriesgado como este, lo hará con conocimiento pleno de que tiene algún tipo de interés y puede captar la fidelidad del usuario. Si no, estarían ante un problema bastante grande. 600€ de gafas deben ofrecer algo más que la experiencia de comprar en Apple.

Limitaciones y problemas del concepto de gafas inteligentes

Por un lado está el tema de la graduación de los cristales, por el otro la fragilidad y el cambio estético que supone. Por muy familiar que sea el diseño y muy cotidiano, llevar gafas es algo que no a todo el mundo le gusta y que tiene un componente muy estético. Además de ello, puede ser incómodo. Por ejemplo: yo estoy pensando en operarme algún día la vista para no tener que llevarlas. ¿Me pondré entonces las Apple Glasses solo para que me notifiquen de posibles mensajes y me digan si va a llover? Yo creo que no merece la pena. Para eso tengo el Apple Watch, el iPhone e incluso los AirPods.

Y es que a mí me parece mucho más interesante esa fusión de Apple Watch con AirPods que el uso de unas gafas inteligentes. El reloj da cierta liberación del iPhone y nos lleva a depender menos de pantallas. Los auriculares y una Siri repotenciada podrían ofrecernos un uso del teléfono controlado por voz, como en la película ‘Her’, lo que me encantaría. Pero abrir la puerta a las gafas es buscar un camino completamente diferente en el que poco a poco nos convertimos en máquinas o les damos un control sobre nuestra percepción.

Mil accesorios para utilizar el iPhone

El sentido del iPhone y su éxito radica en la posibilidad de tenerlo todo en un mismo lugar. Eso es un teléfono inteligente, un ordenador en tu bolsillo con el que puedes incluso trabajar en ciertas tareas y ser productivo. El Apple Watch te permite dejarlo de lado en ciertos momentos o darle una utilidad diferente. Los AirPods te ofrecen un componente sonoro y, al mismo tiempo, la capacidad de interactuar sin mirar a ninguna pantalla. Y, por su parte, las gafas llevarían ciertas apps un paso adelante para ofrecerte una experiencia más personal y plena. Y digo yo: ¿es necesario tanto accesorio para utilizar el iPhone?

Con esto quiero decir, gastamos más de 1.000€ en un dispositivo para acabar utilizándolo a través de un conglomerado de accesorios. Pero, salvo en puntos muy concretos, no estamos cambiando lo que hacemos o el resultado. Sí, podemos medir nuestra actividad en el reloj, pero el resto ya lo hacíamos en el iPhone. Mensajes, llamadas, recordatorios, reproducir podcasts… ¿Realmente lo necesitamos? Y esto lo digo del reloj, que me parece un buen producto, imaginad de las Apple Glasses.

Creo que van a tener que trabajarse bien su estrategia de comunicación para convencernos de que realmente lo necesitamos. Ahora mismo, teniendo en cuenta lo que hemos leído y escuchado sobre ellas, yo tengo muchas dudas sobre este producto.

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