Por muchos años los Macintosh han sido relacionados principalmente con el diseño gráfico. De hecho, por su precio muy elevado no eran tomados en consideración por otros usuarios que no fuesen del sector.
Las herramientas que nos proporcionaban los Macintosh eran de alguna manera más orientadas al diseño y esto fue siempre muy agradecido por quienes vivimos de esta profesión. Programas como PageMaker, FreeHand, QuarkXpress (que aún sigue dando batalla) tal vez a la nueva camada de usuarios Mac, aquella que vino después de la introducción del iPhone en el 2007, no les diga nada. Para nosotros eran las herramientas que nos permitían crear, especialmente en un tiempo en el que los contenidos de calidad eran los que se imprimían.
Sin embargo, de aquella época tal vez haya un par de programas de los cuales vuestros oídos hayan oído algo y de ellos hay uno que seguramente habréis usado, ¿su nombre?: Photoshop.
El Photoshop desde hace varias generaciones forma parte de un compendio de aplicaciones de diseño gráfico, fotografía, ilustración, realización de páginas web, vídeos y un muy largo etc.
Hace solamente un par de días Adobe presentó la versión 2015 de este grupo de aplicaciones a la que en los últimos años bautizó con el nombre de Creative Cloud. Algunas de las aplicaciones que forman parte de esta gran masa de programas para creativos son el ya mencionado Photoshop, el Illustrator, InDesign, Dreamweaver, Lightroom, Premier Pro y After Effects.
Creative Cloud: imprescindible para quién crea con el ordenador
Lo que está haciendo Adobe en los últimos tiempos es intentar generar lo que Apple misma hizo con Handoff, es decir, permitir al usuario poder pasar de un dispositivo a otro sin romper el flujo creativo. Lógicamente no es lo mismo hacerlo con un programa de edición de textos que, por ejemplo, con un programa de edición fotográfica; pero sinceramente creo que Adobe en cada nueva suite va dando pasos de gigante en este sentido.
En el centro de esta idea de Adobe se encuentra CreativeSync, que tiene actualizados y siempre a mano documentos, tipografías, fotos, materiales de proyectación y ajustes varios, entre otras cosas.
Igualmente, más allá de las mejoras de velocidad difusas en todos los programas que conforman Creative Cloud, el punto más saliente de esta nueva versión es la introducción del Adobe Stock, que ofrece 40 millones de imágenes Royalty Free que se pueden utilizar al interno de los programas que conforman la suite y están completamente integrados.
Para quien no lo sepa, Adobe ofrece distintos planes mensuales de Creative Cloud pudiendo elegir las aplicaciones según las necesidades y partiendo de un costo de € 12,09 al mes. Hay también planes para empresas, estudiantes, profesores, centros educativos y universidades.
La buena noticia es que para quien posea uno de estos planes mensuales (cualquiera de ellos), el abono a Adobe Stock, que prevé la posibilidad de descargar hasta 10 imágenes mensuales que se pueden acumular hasta un máximo de 120 imágenes; llega con un descuento del 40%, ubicándose en los € 29,99 en vez de € 49,99.
Volviendo un poco a las aplicaciones más famosas encontramos nuevos tableros de dibujo en el Photoshop, mejoras en las prestaciones de Illustrator e InDesign. Además, se agregan nuevas funcionalidades touch en muchas aplicaciones (en obvia línea con la idea de poder trabajar con un documento en distintos dispositivos).
Probablemente esta versión ya esté optimizada para Metal en OS X El Capitan como se habló en la WWDC, es decir, aportando una gran mejoría en la velocidad e incremento en las prestaciones.