El próximo iPhone 5S de Apple arreglará el lag de pantalla táctil con tecnología Touch-on-Display de la empresa Chimei Innolux. Desde que en el 2007 Apple presentara en la convención Macworld en el Moscone Center de San francisco su primer iPhone, este ha presentado un comportamiento en su pantalla impoluto, su respuesta a nuestros dedos era lo mejor que se había visto en hasta la fecha. Desde que apareció el iPhone 5 con su cambio de pantalla, esto ya no es así, ha aportado muchas mejoras pero también alguna desventaja.
Con esta nueva tecnología, desde Cupertino han conseguido reducir el grosor de su pantalla, con la eliminación de una de las capas que se utilizaban en anteriores pantallas, esta técnica se conoce como in-cell, y como contraprestación tiene un aumento en el tiempo de respuesta a nuestros gestos. Esto no es muy importante ya que básicamente no se nota en el uso cotidiano, pero si encontramos algunas situaciones en las que esto es incómodo.
Para poder ver, uno de estos defectos podemos hacer una prueba rápida, que consiste en mover el dedo por la pantalla repetidamente de una forma muy rápida y veremos como se detiene el movimiento de la pantalla, incluso en el juego Fruit Ninja que es uno de los más descargados de la App Store, se puede apreciar este pequeño inconveniente. En el siguiente vídeo podéis ver el resultado de la prueba comentada:
Apple sabe que sus usuarios son muy exigentes y es conocedor de las limitaciones que incorpora el in-cell, para solucionar esto en el iPhone 5S ya esta trabajando y ha contactado con el fabricante del pantallas Chimei Innolux para que les fabrique displays con tecnología Touch-on-Display, que tiene una mejora importante en el tiempo de respuesta con respecto a los in-cell.
Los últimos Lumias incorporar algunas de las mejores pantallas táctiles en el mercado, que junto con Windows Phones, tienen un rendimiento suave, consiguen batir a Apple en pantalla táctiles y en capacidad de respuesta multi touch. Esperemos que Apple consiga mejorar su próximo iPhone 5S, le incorpore un hardware y software que vuelva a dejarnos con la boca abierta como ya consiguió en el año 2007 con el primer iPhone.