Después de tantos ejemplos del pasado ya nos parecen normales los casos de gente famosa utilizando dispositivos que no deberían. Son varios los casos en los que estas personas comparten sus experiencias a través de diversas redes sociales utilizando un iPhone mientras afirman en dichas publicaciones estar utilizando un teléfono con el sistema operativo de Google. En la mayoría de los casos, un smartphone de Samsung. Esto ocurre porque a las personas con fama les es fácil aceptar dinero de compañías tecnológicas que quieren promocionar sus productos, de forma que los seguidores piensen que utilizan dichos productos. Pero por otro lado, generan dicha publicidad desde sus dispositivos de uso personal, aquellos que utilizan en su día a día. De este modo si no coincide con el contenido compartido en la red, se genera la polémica.
En este caso tiene más relevancia ya que se trata del presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt. Esto ha ocurrido en Corea del Sur, durante la famosa partida del juego Go entre el campeón mundial, Lee Se-Dol y AlphaGo, la inteligencia artificial desarrollada por Google. Entre los espectadores se encontraba Schmidt, quien empezó a sacar fotos de la partida con un iPhone y posteriormente enviar mensajes desde el mismo teléfono. Por un lado sorprende que no utilice en público un smartphone con Android, pero por otro lado Schmidt estuvo en el pasado en la mesa directiva de Apple, por lo que debería estar más que acostumbrado a utilizar un producto de la empresa de la manzana.
El presidente ejecutivo de Google y su “debilidad” por el iPhone
No es la primera vez que un directivo es sorprendido utilizando un dispositivo de la competencia. Por ejemplo Joe Belfiore, directivo de Microsoft, que fue descubierto al enviar un tweet a través de un iPhone. En este caso, Joe aclaró a la prensa de que él pasaba determinados periodos de tiempo utilizando productos de empresas rivales. Con el objetivo de conocer las bondades que ofrece la competencia a los clientes, así como los puntos débiles. Esta parece una excusa más que razonable. En el caso de Schmidt, todavía no ha comunicado nada ni sabemos si llegará algún día a dar explicaciones de porqué utiliza un iPhone y no un Android de gama alta, como sería de esperar.