FBI continúa con sus problemas con Apple, pese a conseguir acceder al iPhone de San Bernardino no da un paso atrás y mantiene sus exigencias para futuros iPhones.
Privacidad – “Ambito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión”; definición según la RAE que se interpretaría a todo lo que no es de propiedad y dominio público o estatal, sino que pertenece a particulares. Concepto que Apple conoce muy bien y lo defiende tal como se publicó en su pagina oficial mediante una carta abierta a los usuarios para la tranquilidad de los mismos.
Sin embargo, las intenciones de intromisión y los recursos desesperados que el FBI está empleando para obligar a Apple a acceder a diferentes iPhones no cesan. Ya que después del pedido ante una corte de obligar a Apple a acceder al iPhone 5c del caso de San Bernardino, las peticiones continúan y ya existen demandas en un nuevo dispositivo en Nueva York, aunque el acusado ya se declaró culpable y no habría necesidad de acceder a su iPhone 5s, el FBI continúa con la petición aduciendo que por ser un iPhone más avanzado al del caso de San Bernardino no pueden acceder con la misma técnica empleada.
FBI vs Apple, todo sigue igual
Con esto el BFI demostró que sus métodos empleados para irrumpir en móviles de Apple tiene limitaciones y requieren necesariamente de la ayuda de ingenieros de Apple para poder “hackear” un dispositivo de los de Cupertino.
Tal como declaró el director del FBI:
“El método empleado funciona únicamente en un pequeño grupo de modelos de iPhones en el que no incluye los modelos después del 5S” – James Comey, Director del FBI
Lo que deja suponer como probablemente el FBI accedió al iPhone de San Bernardino; se realizaron diferentes copias de la memoria del iPhone 5C para así poder ejecutar todos los intentos de probables contraseñas y así acceder al dispositivo omitiendo la función y protección de auto-borrado.
Aunque obviamente por claras razones el FBI no desea informar quien es la tercera persona que burlo la seguridad del iOS, los ojos están puestos en Cellebrite, compañía de origen israelí, los rumores surgen del informe del miércoles pasado en un periódico israelí, Yedioth Ahronothy, en el que expone los vínculos entre el FBI y Cellebrite.
La noticia surge el 21 de marzo cuando el FBI aseguró que trabajaba con una compañía externa y que habría encontrado la forma de quebrantar la seguridad del iPhone y su sistema operativo.
A este caso se suma otro en Boston, un juez federal en Massachussets ordenó a Apple a colaborar en otro iPhone, según la desclacificación de documentos el pasado febrero. Apple objetó a la petición con la misma fuerza que con el caso de San Bernardino.
Diferentes compañías tecnológicas de Silicon Valley apoyan la moción de Apple al defender y mantener en absoluta reserva sus métodos de seguridad y encriptación de datos de sus usuarios.
Asimismo, Tim Cook, declaró a un medio lo siguiente:
“El FBI está proponiendo un uso sin precedentes de la All Writs Act de 1789 para justificar una expansión de su autoridad y las implicaciones son escalofriantes”
La privacidad es un derecho básico de todo individuo, permitir que se vulnere este derecho, por excepcional que fuese, abriría puertas no únicamente a los “buenos” de la historia, sino también a los “malos”, y seriamos vulnerables y expuestos a cualquier persona. El FBI debe buscar modos y formas en el que no se ponga en riesgo a todo el mundo para resolver casos aislados y luego no responsabilizarse de las futuras implicaciones.
Después de todos los casos expuestos, el FBI quizá debería de cambiar de nombre a Federal Bureau of iPhones (Oficina Federal de iPhones).