iPad Pro: ¿para qué uso profesional?

Durante muchos años la marca Apple estuvo asociada casi exclusivamente con el diseño gráfico profesional, aunque en Estados Unidos la cosa es diversa porque allí la empresa cofundada por Steve Jobs siempre tuvo una fuerte cuota de mercado y, por ende, el perfil del usuario del Macintosh es mucho más amplio que en el resto del mundo. Con la masificación mundial que tuvo Apple a partir de los primeros años de este milenio la gente, en general, comenzó a dejar de asociar la marca con la profesión.

¿Todos los dispositivos “Pro” son realmente para profesionales?

Es de destacar el manejo de marketing que han hecho los de Cupertino con el adjetivo “Pro”. En el caso de los Mac Pro es más que justo el término, ya que por sus características de hardware son ordenadores pensados para profesionales. En el caso de los MacBook la cosa ya es más discutible, al menos en las versiones base, con dudosos procesadores de doble núcleo y con configuraciones básicas que parten de los 4 GB de Ram. Lógicamente para un uso profesional de diseño gráfico o edición de vídeo y tantas otras actividades profesionales que requieran potencia de la máquina, la versiones más básicas de este Mac están excluidas. Ustedes me dirán: “OK, pero los profesionales no sólo trabajan con un soft que exija potencia del ordenador”. Hay un sin fin de actividades que no requieren del profesional una gran potencia a la hora de elegir un ordenador, como es el caso de los escritores, periodistas, economistas, entre otros.

La cuestión es encontrar el punto justo para la utilización del término. ¿Para usar Pages, Numbers, Keynote o la suite Office, navegar por Internet o ver algún film es necesario pagar por el sobreprecio que le aporta el adjetivo “Pro” cuando para ese uso va más que bien el MacBook Air? Pero no todos los MacBooks Pro son iguales y aquí es donde se genera el problema y es que, sencillamente, la diferencia de prestaciones entre un MacBook entry level (que en este momento es el que posee pantalla convencional y disco HDD de 5400 rpm) con el tope de gama es abismal, increíblemente mayor que la diferencia de mil seiscientos euros que los separa. La pregunta que viene a la mente es obvia ¿pueden dos ordenadores de nivel tan diferente ser considerados profesionales? Para mi la respuesta es un rotundo no.

iPad Pro, Apple vuelve a mimar al diseño gráfico

Dentro de algunas semanas los de Cupertino nos van presentar su nueva tableta de los “milagros”. En este caso, como es sabido, se trata del iPad Pro, de dimensiones más que generosas (12,9”) al que le han agregado el adjetivo y que ya genera polémicas. Lo cierto es que, en este caso, el “Pro” es justificado pero no aplicable a todos los usuarios profesionales. Viene con dos accesorios que se adaptan a un público profesional pero, a mi manera de ver, sólo uno lo hace de manera convincente: el Apple Pencil. El ámbito al que se asimilará más que ninguno es justamente el de los dibujantes y diseñadores gráficos, siempre y cuando el software acompañe al poderoso hardware.

iPad Pro, ¿servirá para cualquier uso profesional?

Pero aún hoy con las aplicaciones que se encuentran en la App Store se va a poder asociar de manera convincente con el trabajo que actualmente es imposible realizar fuera del ámbito de ordenadores de escritorio. En lo que se refiere a la edición de vídeo profesional, la cosa no cierra porque realmente se requiere de un hardware que sea capaz de procesar grandes archivos con una resolución que puede llegar hasta los 4K. Inviable. Para quiénes utilizan aplicaciones ofimáticas sigo pensando que un ordenador portátil como el MacBook Air, que para ese tipo de uso hace lo mismo que un MacBook Pro, sea más productivo, con versiones de los programas sin capar y con toda la flexibilidad que nos puede ofrecer OS X. Pensemos que un iPad Pro de 128 GB con el Smart Keyboard (que por el momento sólo va a venir con la distribución del teclado en inglés) y la funda protectora van a llegar cerca de los mil quinientos euros cuando un Air de 13” con el doble de espacio de almacenamiento se queda en los mil trescientos cincuenta…

En definitiva…

Lógicamente cada uno es libre de hacer con su dinero lo que más le plazca y comprar la tableta para uso lúdico o para navegar en internet. Igualmente, como escribí más arriba, el dispositivo puede ser visto desde una óptica profesional pero no para cualquier tipo de actividad, seguramente va a competir con las tabletas que reinan en el ámbito del dibujo profesional, me refiero a las Wacom Cintiq, más específicamente con la Cintiq Companion 2 que, en realidad, tiene a su favor el hecho de que corre Windows 8.1 (actualizable al 10) y que puede funcionar como monitor externo de un Macintosh. Por ende se adapta notablemente al trabajo profesional. El precio base de esta tableta es de € 1399 euros en su versión de 64 GB, con procesador i3 que a mi manera de ver es el punto débil del dispositivo entry level, igualmente estamos hablando de un producto para profesionales hecho y derecho.

¿Qué nos puede ofrecer el iPad Pro? Si se confirma la calidad que parece que tendrá es, curiosamente tratándose de Apple, una alternativa económica y de nivel. En práctica con 400 euros menos podrías acceder a una tableta de calidad para el dibujo profesional.

Yo lo que aconsejo es probarla, ver si está a la altura del precio y establecer con honestidad el uso que se le va a dar. Ante gastos de este calibre es necesario manejarse con la cabeza y no con el impulso típico de un usuario de Apple. Por mal que nos pese a los amantes de la compañía de la manzana mordida.