A veces se dan determinadas circunstancias que nos llevan a juntar los elementos de un complicado rompecabezas para formar un cuadro general de la situación, en el caso de los productos de Apple y especialmente del iPhone, la cantidad de “piezas” es elevada, lo que complica un poco más el poder efectivamente completar la visión general a futuro.
Es claro que los de Cupertino tienen un sistema, creado desde el segundo iPhone (el 3G) hasta nuestros días, en el cual los años pares son los destinados a una renovación del diseño del producto y los años impares en los que se potencia el hardware y se mantiene el aspecto. Es también sabido que la evolución del hardware es mayor en las versiones “s” respecto a aquellas en las que viene cambiado el diseño del dispositivo, el Touch ID y el 3D Touch o el agregado de 1 giga extra de Ram, todos introducidos en años impares, corroboran esta estrategia. El iPhone 8 podría cambiar las reglas impuestas por los de la manzana mordida.
¿iPhone 8 el próximo año?
Pero, ¿quiere cambiar Apple esta inercia? Hay algunas pistas que podrían hacer pensar que los de Cupertino estarían pensando en una jugada de este tipo para el próximo año. Una renovación absoluta de hardware y diseño que cambie la curva descendente que están viendo las ventas del iPhone en el último periodo. Es por eso que tal vez intenten apresurar el lanzamiento del iPhone 8 que en realidad debería ver la luz en dos años. Lógicamente para esto se tendrían que producir una serie de sucesos que permitieran dar rienda libre a esta suposición pero no sería descabellado pensar que se pudiesen dar.
Hay al menos tres elementos que reforzarían esta hipótesis:
- Samsung y Apple llegaron a un acuerdo para que la primera produzca paneles OLED para los de Cupertino, comenzando ya en 2017. En un principio se había hablado de 2018 pero los tiempos fueron acortados. Ya conocemos la calidad de los paneles OLED de Samsung, que es con LG la empresa que posee mayor experiencia en este campo. LG está más orientada a los televisores mientras que Samsung se ha especializado en las pantallas para sus celulares que cuentan con paneles de este tipo desde hace varios años y generaciones. El acuerdo entre los californianos y los coreanos incluye la realización por parte de estos últimos de 100 millones de paneles.
- La utilización de Liquid Metal para la fabricación del dispositivo. El Liquid Metal es una aleación metálica que desde hace años le quita el sueño a los de la manzana mordida. De hecho Apple registró numerosas patentes relacionadas con este material (incluso algunas relativas a máquinas para su elaboración) y ha renovado puntualmente los acuerdos para su utilización. Entre las particularidades de esta aleación encontramos la resistencia a la corrosión y al desgaste, la posibilidad de consentir la fabricación en caliente de formas enteras en un cuerpo único (proceso llamado “a inyección”), la ligereza, el poder crear objetos como si fuesen de un solo molde (cosa que con otros materiales requeriría de cortes, soldaduras, agujeros, etc.). Hay muchos rumores respecto a la utilización de este material ya a partir del próximo año.
- TSMC actualmente fabrica aproximadamente la mitad de los procesadores A9 que monta el iPhone 6s y según rumores podría ser el único proveedor del próximo chip del teléfono de Apple. La empresa taiwanesa estaría en condiciones de producir ya en 2017 procesadores de 7 nanómetros, lo que implicaría una reducción en el tamaño del mismo (en conjunto con mejoras de la velocidad como así también llevaría a un menor consumo).
Todas estas noticias nos podrían ayudar a trazar un perfil del iPhone 8, que sería más delgado pero sin perder prestaciones, con un diseño renovado y probablemente con una mayor duración de la batería gracias a la utilización de una pantalla OLED.
Los indicios nos llevan a pensar en un iPhone 8 para el próximo año
En las pantallas OLED el color negro se obtiene por el apagado del pixel involucrado, a diferencia de las LCD en las cuales el panel está siempre iluminado. Es por eso que se dice que el negro de las pantallas de este tipo es “infinito” y también mejora la relación de contraste proporcionando colores más llamativos. El hecho de que los pixeles se apaguen conlleva a un ahorro energético importante, especialmente si la interfaz gráfica se adapta a estas características con preponderancia del negro como color de fondo. Tal vez alguna novedad del iOS 10 pueda darnos alguna pista en este sentido.
Otros datos que se suman a la hipótesis del “salto” del iPhone 7 al iPhone 8, sin un una versión “s” en el medio, está dado en los pocos rumores que hay respecto a las características estéticas del próximo teléfono de los de Cupertino, las voces de corredor siempre hablan de modificaciones del hardware como una doble cámara trasera o la eliminación del puerto jack de 3,5 mm; pero faltando poco más de 4 meses para la presentación y seguramente ya habiendo comenzado la producción del dispositivo, es sumamente extraño que no encontremos ningún tipo de filtración de una carcasa al menos.
Todas estas, de más está decirlo, son conjeturas; la unión de un conjunto de piezas de este gran rompecabezas. El tiempo nos dirá si eran acertadas o no. Primer parada: Keynote de septiembre con la introducción del iPhone 7 (veremos que nos presentan). El futuro sólo nos lo dirá Apple.
