Las expectativas en torno al estreno de Star Wars: El Despertar de la Fuerza sabía que eran enormes, pero el espectáculo que tuve la fortuna de presenciar ayer está a la altura del desafío. Y no sólo colmó mis expectativas sino que las superó. Digo esto porque el espectáculo esta vez estuvo tanto en lo que se proyectaba en la sala como en el entorno. Las espadas láser (o sables de luz, según el continente) se dejaban ver majestuosas en sus gráciles movimientos, soldados de la Primera Orden (otrora llamada Imperio) eran constantemente fotografiados por los fanáticos de la serie y hasta un par de Obi Wan Kenobi no quisieron perderse la velada llegando impacientes a la hora y en las coordenadas señaladas.

 iOSMac Star Wars: El Despertar de la Fuerza. Regreso a las raíces (SIN SPOILERS)
Selfies en familia, acompañados por un soldado de la Primera Orden, antes de entrar a la sala

 

Mi padre me llevó a ver la primera entrega de la saga cuando contaba con unos tiernos 6 años y desde ese instante las aventuras de Luke Skywalker, Leia Organa, Han Solo, Chewbacca (Chewie para los amigos), Obi-Wan Kenobi, Darth Vader, C-3PO y R2-D2 (Arturito en mi ciudad) se unieron de manera indisoluble a mi infancia y luego a mi vida. En ese momento fue sólo llamada Star Wars o La Guerra de las Galaxias, con el tiempo su creador, George Lucas, decidió agregarle el subtítulo “Una Nueva Esperanza”, que es cómo la conocemos hoy en día.

 

Lógicamente soy uno de tantos padres que han generado el vínculo con la saga y que disfrutó mucho escuchando ayer a mi hija decir: “Me gustaría ver el resto de las películas”, ese fue el final feliz de una velada que había sido fantástica. Ahora sí el círculo estaba completo. Para mi esposa la asimilación ya se había producido mucho tiempo atrás (llevamos casados 18 años), así que luego de soportar la visión año tras año de la saga completa le fue tomando el gusto.

 

Y esto que pasó con mi hija era palpable en el cine, me reconocía en hombres de mi edad, que ya peinamos canas o directamente no tenemos nada para peinar, acompañados obviamente por los hijos. Compartí seguramente con ellos los ojos humedecidos y el corazón latiendo con mayor velocidad y fuerza en los mismos tramos del film.

Star Wars: El Despertar de la Fuerza conserva la estética de la saga original

De la película, ¿qué puedo decir? no me gustan los spoilers, ni siquiera mínimos, por ende y siguiendo la máxima que dice: “no hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti” prefiero evitar hacer cualquier comentario sobre el argumento de la misma. Sólo decir que va en absoluta línea con la estética y la historia de los primeros episodios que vieron la luz de 1977 a 1983.

 

Star Wars: El Despertar de la Fuerza simplemente, para los apasionados como yo, es el reencuentro con una experiencia mística que vuelve a nuestras vidas con muchísima fuerza. No soy de aquellos críticos acérrimos de la trilogía “moderna”, pero este Episodio VII, por suerte, está mucho más acorde con la saga que me enamoró “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana”.

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