
Un sorpresivo anuncio del presidente Trump sacudió a Apple y a toda la industria tecnológica el pasado viernes: un posible arancel del 25% a todos los iPhone que no se fabriquen en Estados Unidos. Aunque en principio se pensó que era una medida económica, un reporte del New York Times sugiere otra motivación: una venganza personal por la ausencia de Tim Cook en la reciente gira presidencial por Oriente Medio.
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¿Por qué Trump amenaza ahora a Apple con un arancel del 25%?
El anuncio tomó por sorpresa incluso a la propia administración de Trump. Según el New York Times, la amenaza de imponer un impuesto a Apple no responde tanto a una estrategia comercial, sino a una represalia. Durante su viaje por Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Catar, Trump se rodeó de líderes de grandes empresas tecnológicas, como Jensen Huang (Nvidia) y Sam Altman (OpenAI). Sin embargo, Tim Cook, CEO de Apple, declinó la invitación.
Durante el recorrido, Trump mencionó varias veces la ausencia de Cook. En un discurso en Riad, elogió la presencia de Huang y agregó con ironía: “Tim Cook no está aquí, pero tú sí”. Más adelante, en Catar, se refirió a tener “un pequeño problema con Tim Cook”, insinuando molestia por la creciente fabricación de productos Apple en India.
Horas después, la amenaza fue publicada en Truth Social:
“Hace tiempo que informé a Tim Cook de Apple que espero que los iPhone que se vendan en Estados Unidos se fabriquen aquí, no en India ni en ningún otro lugar. De no ser así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25 %”.
Una relación cada vez más tensa entre Trump y Tim Cook
Durante su primer mandato, Trump y Cook lograron mantener una relación estratégica. Cook actuaba casi como un diplomático, participando en reuniones clave con la administración para evitar que Apple quedara atrapada en guerras comerciales. En varias ocasiones logró que ciertos aranceles no afectaran a sus productos.
Pero ahora, el panorama es distinto. Trump, visiblemente molesto por la ausencia de Cook, parece haber cambiado el tono. El gesto de no asistir a la gira presidencial fue interpretado como un desaire, y la amenaza arancelaria como un castigo directo.
Además, este cambio llega en un momento especialmente complejo para Apple: se encuentra en plena preparación de su evento anual de software, ha enfrentado problemas en su cadena de suministro y espera lanzar nuevas líneas de productos en otoño.
¿Puede Apple mover su fabricación a Estados Unidos?
Apple ha diversificado su fabricación en los últimos años, invirtiendo en plantas en India y Vietnam como parte de su estrategia para reducir la dependencia de China. Sin embargo, trasladar la producción del iPhone a Estados Unidos es una operación costosa, lenta y compleja.
Aunque la administración anterior aprobó iniciativas como la Ley de Chips para incentivar la manufactura local, no existen las condiciones logísticas ni económicas para que Apple pueda mover la fabricación de su producto estrella a EE.UU. de forma inmediata.
Un impuesto del 25% significaría que Apple tendría que asumir costos millonarios o trasladarlos al consumidor final, lo que afectaría su competitividad global.
Impacto en el mercado y en las acciones de Apple
Tras la amenaza arancelaria, las acciones de Apple cayeron un 3%, acumulando una semana desfavorable para sus inversionistas. El mercado reaccionó con preocupación ante la posibilidad de que se implemente el impuesto, lo que generaría volatilidad en toda la industria tecnológica.
Además, este tipo de medidas también generan temor entre otras compañías que podrían temer convertirse en objetivos políticos si sus ejecutivos se enfrentan públicamente con el presidente.
¿Se implementará realmente el impuesto?
Por ahora, el impuesto no ha sido formalizado. Todo indica que la amenaza fue una reacción emocional y política más que un movimiento legislativo. Aun así, ha tenido el efecto deseado: enviar un mensaje contundente a Apple y, especialmente, a Tim Cook.
Si la Casa Blanca persiste en esta línea, Apple podría verse obligada a reconsiderar sus estrategias de manufactura, relaciones públicas y diplomacia empresarial.
¿Por qué Tim Cook no asistió al viaje con Trump?
Aunque no hay una respuesta oficial, se cree que Cook priorizó asuntos internos de Apple relacionados con próximos lanzamientos y logística. Su ausencia fue interpretada como un desaire por el presidente.
¿Podría Apple absorber un impuesto del 25% sin subir precios?
No fácilmente. Un arancel de ese tamaño afectaría directamente los costos de producción. Apple tendría que elegir entre reducir márgenes, trasladar el costo al consumidor o presionar para evitar la implementación del impuesto.
La amenaza de Trump a Apple refleja cómo decisiones políticas pueden tener repercusiones económicas profundas. Aunque la medida aún no es oficial, su efecto mediático ya está alterando las relaciones entre la Casa Blanca y Cupertino. Apple se enfrenta a una nueva etapa, en la que diplomacia y estrategia empresarial volverán a ser claves. La pregunta no es solo si el impuesto se aplicará, sino qué otras empresas podrían estar en la mira por razones más personales que comerciales.