La creación de un logo es una tarea algo diferente a la de elaborar otro tipo de productos visuales. Pensemos que un logo es un elemento que servirá para representar a una empresa, a algún equipo deportivo, a una ONG o a cualquier otra entidad pública. En consecuencia, este logo debe ser capaz de representar adecuadamente a la firma correspondiente y también de transmitir de un solo vistazo los valores de la misma, destacando aquellos puntos más importantes de su actividad.
En consecuencia, el diseño de logos requiere de ciertos procedimientos debidamente pautados, que tengan como fin conseguir adaptar esa imagen gráfica a los objetivos que acabamos de plantear. Para que todo este proceso te sea mucho más fácil, te dejamos algunos consejos sobre cómo puedes hacerlo.
Índice
1. Ten en cuenta el presupuesto
Aunque la parte artística debería estar por encima del dinero, lo cierto es que el presupuesto es importante a la hora de diseñar un logo y de distribuirlo o difundirlo públicamente. La buena noticia es que hay aspectos en los cuales podemos ahorrar, como lo es la herramienta para diseñar esa imagen corporativa. Hoy día disponemos de numerosas opciones en Internet para crear logos gratis, lo que nos permite ahorrar tiempo y dinero al utilizar un software específico para realizar el diseño de nuestra imagen corporativa.
2. La competencia solo es una inspiración
Cuando diseñamos un logo, muchas veces tenemos la tentación de evaluar qué es lo que hace la competencia y tender a copiar en todo o en parte esos diseños. Sí es cierto que mantener una cierta uniformidad o semejanza con los logos de empresas que operen en el mismo sector o que tengan objetivos y planteamientos similares al nuestro es razonable, pero conviene recordar que nuestra imagen debe ser única y exclusiva, precisamente para diferenciarnos de nuestra competencia.
En consecuencia, el análisis previo que se hace durante las fases iniciales del diseño debe servir únicamente para tomar una primera idea del mercado de cara a adaptar nuestro logo posteriormente.
3. Los diseños rompedores tienen sus riesgos
Si nos vamos justamente al lado opuesto del consejo que acabamos de ofrecerte, a veces tenemos la tentación de diseñar un logo que sea extremadamente rompedor con lo establecido a fin de llamar la atención del mercado y de los consumidores.
Esta idea puede ser válida si se trata, por ejemplo, del logo para una firma de ropa deportiva o para una nueva bebida energética, pero puede ser arriesgado si no es el caso, como pasaría en el diseño del logo de una entidad bancaria o de un bufete de abogados.
4. Menos es más
Cuando se trata de diseñar logos la sencillez es fundamental. Si pensamos en algunos de los logos más famosos tales como los de Twitter, Facebook o Nike, veremos cómo todos son bastante sencillos en su planteamiento. En consecuencia, es importante que nuestro logo no esté recargado de elementos innecesarios y que ofrezca una imagen lo más clara y limpia posible.
5. Usa el color con moderación
En línea con lo anterior, cuando se trata de diseñar logos es importante que estos tengan color pero no en exceso. Siguiendo con el ejemplo anterior, muchos logos conocidos apenas tienen dos o tres colores presentes, siendo estos más que suficientes para crear una imagen uniforme e interesante para el usuario. Pensemos que muchas veces el logo tiene un tamaño reducido y la presencia de muchos colores puede distorsionar su imagen, lo cual no ayuda demasiado a que destaque.
6. Ten en cuenta el tamaño
Un logo es una imagen polivalente que va a ser utilizada desde en una tarjeta de visita hasta en los rótulos o carteles de nuestras delegaciones, sin olvidar, además, su uso en diferentes formatos digitales, desde el favicon de nuestra página web hasta el encabezamiento de la web. En consecuencia, el diseño del logo debe permitir estas diferentes aplicaciones, manteniendo siempre la calidad de imagen necesaria sin importar el tamaño en el cual imprimamos o utilicemos el mismo.
7. El tiempo importa
Muchas veces podemos tener la tentación de incluir en nuestros logos elementos que tal vez pierdan su sentido con el paso del tiempo. Es lo que ocurre si utilizamos tipografías o colores de moda que puedan pasar a un segundo plano en poco tiempo. Para evitarlo, es fundamental utilizar elementos que siempre vayan a estar presentes en la mente de los consumidores y usuarios.
8. No te olvides de la simetría
Aunque hay cierta controversia al respecto, cuando se trata del diseño de un logo la simetría es otro de los elementos que debemos tomar en consideración. Esto afecta a cuestiones como la posición centrada de los diferentes elementos respecto al espacio disponible dentro del logo, una distancia similar entre los bordes de la imagen y las del soporte en el que se encuentra y otras composiciones similares. Lograr esta armonía, generalmente, hará mucho más agradable la visión del logo a los usuarios.
9. El fondo también existe
A la hora de diseñar un logo, muchas veces pensamos en el elemento principal presente en el mismo, pero dejamos de lado el fondo. Un error que nos impide enmarcar nuestro logo de manera adecuada, ya que el juego con el fondo nos permite destacar estos elementos e incluso reforzar su presencia.
En este sentido, podemos utilizar un contraste adecuado que permita destacar o complementar el contenido del mismo. O si preferimos una solución más sencilla, podemos optar por un fondo transparente, que haga que lo que destaque sea la propia imagen o el texto presente en el logo. Como siempre, es conveniente hacer varias pruebas al respecto.
10. Cuidado con los elementos gráficos
Si tu logo se compone de gráficos y texto es importante mantener un adecuado equilibrio entre ambos elementos. Uno de los principales errores que vemos en quienes diseñan logos es que esos elementos gráficos solapan el nombre de la compañía o el texto presente en el mismo, lo cual, sin duda, afecta a la capacidad de comunicación de dicho logo. En este apartado también es conveniente organizar ambos elementos de forma coherente a fin de que ofrezcan una imagen homogénea a los consumidores.