¿Os acordáis de esos anuncios en los que veíamos a un hombre joven representando un Mac y a otro representando al PC? Eran divertidos y nos mostraban las diferencias entre un equipo y otro sin caer en el insulto fácil, de hecho Apple reconocía que Windows tenía buenas herramientas, como podían ser Office. Esta batalla que comenzó en los años 80 y se extiende hasta hoy, se ha estado repitiendo con Android y el iPhone. Esta es la historia cíclica de Apple.
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Apple sigue su estrategia de exclusividad
Diseño, innovación, perfección, distinción, simplificación y precios muy elevados. Desde el primer Macintosh en 1984 hasta hoy, ha seguido esos caminos, lo que le ha llevado a convertirse en una empresa con imagen de calidad y exclusividad, lo que le ha beneficiado bastante. En cambio, los PC de todas las marcas tienen precios hasta tres veces más bajos, por lo que han podido dominar el mercado de forma mucho más sencilla. Apple no les supera en números, salvo en precio, pero eso no le importa. Siguen ganando más beneficios y pocos se quejan de sus productos cuando los compran.
iPhone y Android. Dos rivales enfrentados.
La batalla de Mac y PC sigue aún hoy, pero ha pasado a segundo plano, ahora lo que llama nuestra atención y aparece en las portadas de las webs de actualidad, es la pugna entre iPhone y Android, y la historia se repite.
Apple tiene precios increíblemente caros, aunque ya no es tan imposible de conseguir, ha conseguido llegar a muchos países y mercados, y los usuarios siguen valorando el iPhone como el mejor dispositivo móvil, aunque algunos de Android con precios similares, están consiguiendo pisarle los talones. Los informes publicados por el capitalista de riesgo, Mary Meeker, han aportado mucha información a esta comparativa entre rivales, y nos enseñan que el precio medio del iPhone es de 650 dólares, mientras que el de un terminal Android es de 208, casi un tercio.
Por su lado, el precio medio de los Mac supera los 1250 dólares, y de los PCs es de solo 380. Obviamente, si quieres ahorrar o gastarte poco, te vas a Windows, aunque también hay otros equipos con precios desorbitados para usuarios que exigen mejores características y que prefieren su sistema operativo, bien sea para trabajar o para jugar. Aún así, este porcentaje de usuarios no trae muchos ingresos a las compañías, que están viendo como sus ventas caen año a año.
Android domina, Apple se beneficia
La diferencia de precio y accesibilidad ha ayudado a los dispositivos con el sistema de Google a llegar a muchos más usuarios y no cabe duda de que dominan el mercado, eso sí, Apple sigue siendo la empresa número uno en beneficios, ya que incluso el precio medio de sus iPhones es increíblemente alto, y las ventas son muy buenas, aunque este año hayan bajado un poco.
Personalmente prefiero que Apple mantenga su puesto actual en el mercado, que no sea quien domine, sino el que muestra la diferencia, la opción para los locos, los inadaptados, la gente que cree que puede cambiar el mundo… Esa era una filosofía que me encantaba de Apple, y que creo que se está perdiendo al mostrar sus dispositivos como algo de moda, algo exclusivo y de diseño para todo el mundo.
Apple. Un ejemplo a seguir y copiar
El piensa diferente se perdió, ahora da igual si tratan de diferenciarse o no, pues la competencia sigue el mismo camino que Apple, y si los de la manzana dan un paso, el resto lo da. Esto ha paralizado un poco la innovación, ya que las empresas no se atreven a hacer algo diferente. Tanto en hardware como en software, el modelo a imitar es el iPhone, el iPad y el Mac, y desde 2015, también el Apple Watch.
Me gusta que las empresas sigan estrategias de diferenciación, no de imitación. Es el caso de la Surface. Mientras que Microsoft defiende la unión de la tableta y el PC, Apple nos muestra sus productos mejorados, complementarios e individuales, como el iPad Pro. El usuario se posiciona según su opinión y sus gustos, no según el precio, como pasa con los smartphones, donde la diferencia entre un dispositivo actual de Samsung y un iPhone no es tan evidente. Uno parece una copia del otro, pese a su pantalla OLED y su curvatura, y no es necesario que diga cuál.