Esta última semana, el nombre de nuestro país -la Argentina- estuvo en los titulares de diversos sitios especializados en tecnología. La noticia, que se hizo viral en apenas horas, era que Apple estaría pensando en establecerse aquí en 2018 con una tienda propia.
En el presente post les contaré algunas cuestiones por las que no creo que ello sea posible, por lo menos en el corto plazo. Lamento ser un aguafiestas amigos pero, como decía Perón, “la única verdad es la realidad”.
La cadena de información probablemente haya comenzado con la publicación de Gizmodo en Español. En dicha entrada, que se titula “Apple desembarcará en Argentina en 2018 con su primera Apple Store oficial”, no se hace alusión a fuente alguna que otorgue veracidad a tal afirmación. Sino que tan solo dicen que “han podido saber”.
¿Alguien se imagina un Apple Store Argentina sin iPhone? Imposible.
A mi manera de ver, la fuente se ha dejado llevar por el entusiasmo que generaron las medidas impositivas que han tenido lugar en nuestro país por estos días, y de las que hemos hablado largo y tendido en este sitio. El Gobierno Nacional redujo a 0% las tasas de importación por sobre ciertos productos tecnológicos: Computadoras, laptops y tabletas fueron las grandes beneficiarias.
De hecho, la medida alcanza a algunos accesorios, como impresoras y servers, por ejemplo. Pero vayamos al centro del argumento.
Apple NO se va a establecer en nuestro país ni este ni el próximo año, básicamente, porque no sería viable. El nuevo Gobierno, liberal y totalmente opuesto al que lo precedió, pretende liberar las importaciones, los mercados, los precios… pero se encuentra inmerso en una realidad inflacionaria, y tributaria, que es de complejo tratamiento.
Medidas como la antes descripta pretenden reencauzar lo que, a su manera de entender la economía, debería ser. El objeto es poner al alcance de consumidores y pequeñas empresas la tecnología del momento y así impulsar el desarrollo, aunque tal vez eso implique algunos puntos de desempleo.
Por otra parte, empresas locales -como Frávega- ya han invertido millones de dólares en productos de la empresa californiana, anunciando incluso que colocarán tiendas “store-in-store” con el logo de la manzana en donde venderán en exclusiva los últimos dispositivos. Es difícil imaginar que una aseveración de tal tamaño sea luego refutada con apenas un rumor.
Aseguraría que existe entre Apple y estas compañías locales algún tipo de contrato de exclusividad, aunque más no sea por un tiempo.
De todas maneras, ello no sería todo. Imaginar un iPhone 8 presentado en la Argentina suena a utopía. Como ya les comentara, la baja de aranceles solo aplica a computadoras y tablets, no a celulares ni smartphones. Por lo que a esos productos se les sigue aplicando el 35% de aranceles por la importación.
Apple no se va a establecer en Argentina ni este ni el próximo año, porque no sería viable.
¿Quién compraría un hipotético iPhone 8 a $40.000 (us$2.500)? Seguiría siendo negocio viajar a Chile o EE.UU., en donde el precio en general es de casi un cuarto. ¿Alguien se imagina un Apple Store sin iPhone? Imposible.
Una tienda oficial de Apple no tendría mercado en nuestro país, pero no porque la gente no desee tener productos de Apple, sino porque sería una tontería pagar de más y en esa escala.
En definitiva, por los hechos, por los rumores, y por la lógica de las economías, no resultaría un buen negocio asentarse en nuestro país en este momento. Si quisiéramos que llegue la manzana, obvio. Pero, lamentablemente, no creo que ello -por ahora- sea posible.