Esto es Argentina. Aquí vivimos en un loop histórico que, cada cuatro, ocho o doce años, se repite. Tanto a nivel social, como a nivel político y más aún económico, cada cierto tiempo -y así de fácil- nos arrepentimos/aburrimos de lo que venía siendo y hacemos “borrón y cuenta nueva”. Nada de pensar en la posteridad o ser previsibles, eso no es para nosotros. Nosotros, para construir el segundo piso, demolemos el primero… Pero digamos la verdad, qué lindo es ser argentinos.
Cambio de gobierno, cambio de rumbo. Y las medidas que se tomaron en este primer año de gestión, fueron en evidente sentido contrario a las precedentes. El sector tecnológico es un claro ejemplo de ello.
Durante 12 años, y luego de aquel fatídico 2001, el gobierno de los Kirchner tomó una postura “ultraproteccionista” en el afán de proteger la industria nacional y las fuentes de trabajo. Se cerraron las importaciones de ciertos productos y se complejizaron las de otros. El resultado fue el esperable: el “parque tecnológico” de diversos rubros se vio perjudicado, aumentando en precio, disminuyendo en calidad y disponibilidad, y dando sitio a un mercado negro cada vez mayor, con los riesgos que ello acarrea.
Por nombrar un caso, se estima -según reporte de la consultora local Carrier y Asociados- que en el país hay alrededor de 500.000 iPhones activos entre todos sus modelos, cuando Apple no tiene -aún- presencia oficial, ni resellers habilitados. Algo realmente sorprendente.
Hubo algunos beneficiados, como los sitios de e-commerce, y todo este trajín generó trabajo genuino en la provincia de Tierra del Fuego, pero no cumplió el principal objetivo: una industria autosuficiente. Que, para peor, se vio afectada de muerte cuando, con la decisión del actual presidente Mauricio Macri, se restablecieron las entregas “puerta a puerta” desde el exterior, mercado muchísimo más competitivo en precio y catálogo que el local.
Los precios de las cadenas de Argentina ya muestran reducciones de hasta un 35%.
Y las noticias no acabaron allí porque, antes del cierre de 2016, las autoridades competentes en materia tecnológica anunciaron la baja a “0%” de los aranceles que aplicaban sobre computadoras, notebooks y tablets a partir de Marzo de este año. Medida revolucionaria si atendemos al estado en que se encuentra el consumo general.
Pero parece ser que el sector se adelantó. Los últimos números son sorprendentes: las listas de precios de las mayores cadenas de electrodomésticos del país ya muestran reducciones de hasta un 35%, y su causa es la futura reducciones de aranceles. El libre mercado en estado puro.
Según una nota del diario La Nación, esta reducción de precios se aplicó tanto entre empresas con producción local como de fuera del país. Y también se agrega que “después de que se publicó esa información (por la baja de tasas), las grandes cadenas de electrodomésticos, como Garbarino, Frávega o Musimundo, les pidieron (a los fabricantes) inmediatamente un descuento sobre los precios de venta para trasladarles el beneficio a los consumidores”.
Que lindo es ser argentino… Pero aproveche hoy, porque mañana… no se sabe.