Como ya hiciéramos en el pasado hemos vuelto ha descubrir de la mano de iFixit qué se esconde detrás de la manzana de los dispositivos Apple. Esta vez el elegido ha sido el nuevo iPad mini 3 con pantalla retina que fue presentado hace ya unas semanas y donde ya pudimos destacar nuevas novedades, como el Touch ID y las nuevas gamas cromáticas en las que se presentaba. Ahora es el momento que, con destornillador en mano, aprofundicemos algo más.
Hoy os describiremos el interior de un iPad mini 3, aquello que normalmente no llegamos a ver.
El primer punto a destacar no es algo por lo que sacar pecho, ya que durante el desmonte de la pantalla se ha podido percibir que el botón home alojado en el frontal de la pantalla se encuentra adherido, y nunca mejor dicho, gracias a una cola caliente, por lo que su desmontaje deja prácticamente inviable la anteriormente destacada función del Touch ID.
Yendo más allá, asociándolo a nuestra rutina habitual, implica lo siguiente. Si por alguna razón nuestra pantalla resulta dañada y debemos reemplazarla por otra, podemos encontrarnos con la desagradable situación de que una de las virtudes que diferencias este dispositivo quede sin uso.
Más allá de los nuevos procesadores, de una GPU algo implementada, empieza a ser rutinario que los dispositivos del iPad mini cuesten de ser diferenciados. Tal vez sea que han alcanzado lo que en fases de producción se conoce como el “cuello de botella” donde el desarrollo de los mismos dispositivos se ven relanzados o obstruidos por completo a causa de las particularidades del dispositivos.
Lo cierto es que tras ver la evolución del nuevo iPad Air 2, que además de ser un modelo aún más delgado muestra un rendimiento sorprendente en comparación con cualquier competidor del mercado, resulta ciertamente desalentador ver como realmente se le han dedicado pocos esfuerzos a otros dispositivos como es el iPad mini 3.
