Se ha hablado mucho del precio de los iPhone X, el modelo más caro hasta ahora de la compañía. Toda una bestia en pantalla, potencia, cámara y costes, esto último tanto para el usuario como para Apple. Según el medio digital 9to5Mac, los tope de gama de la compañía dejarán menos beneficios por dispositivo vendido. Un asunto curioso, teniendo en cuenta su alto precio en el mercado. Veamos a continuación a qué se debe esto y cuál es la diferencia de costes con respecto a los iPhone 8 y 8 Plus.
iPhone X: un riesgo para Apple
Es un riesgo para la compañía por dos motivos, principalmente. El primero es su cambio en la pantalla, la eliminación del botón Home y el Touch ID. Habrá que ver qué acogida tiene y si a los usuarios finales les gusta este concepto. De tener una mala acogida, el futuro de Apple estará comprometido. Ya han decidido que el diseño de la pantalla sea este y no creemos que lo quieran cambiar el año que viene. Como mucho introducirán el Touch ID bajo la pantalla, tal y como deseamos para este modelo, pero poco más. En caso de que siga siendo un éxito de ventas y a los usuarios les guste, hay otro factor de riesgo: el margen de beneficios.
En dólares, los iPhone 7 tenían un coste de fabricación de aproximadamente 250 dólares. Su precio partía de los 650 dólares, así que el margen de beneficios era bastante amplio. Con el iPhone X, aunque el precio se ha disparado, también lo han hecho los costes. Nuevas pantallas OLED, nuevas máquinas para su fabricación y un cuerpo de cristal, entre otros elementos. Todo ello hace que el precio de coste sea de 581 dólares. Su precio de venta (sin impuestos) es de 999€, lo que significa un margen menor. Con las altas cifras de ventas que suele tener Apple, hablamos de sumas cuantiosas de dinero que dejarán de ganar por ello.
En duda las ventas y las cifras de ventas del iPhone X
Tras las bajas ventas que parece haber tenido el iPhone 8 y 8 Plus, el X está en duda. No sabemos si logrará triunfar en el mercado o no, con tan alto precio y la ausencia de Touch ID en favor del FaceID. Aunque siga siendo un éxito de ventas, es muy difícil que supere los resultados del iPhone 7 y 7 Plus del año pasado. Pero, aunque lo consiguiese, los beneficios que aportaría a Apple serían mucho menores.
Quizás el negocio para la manzana mordida no esté en el iPhone X, sino en los accesorios, fundas y modelos menores. Por margen de beneficios les conviene que los usuarios opten por el 8 o el 7. De este modo, no pasarán muchos años hasta que quieran renovar por uno como el X. Además, dejarán mayor margen de beneficios a la compañía. Y si optan por el tope de gama, que adquieran también un cargador inalámbrico, una funda y unos AirPods.
Habrá que esperar a ver qué tal van los resultados económicos de Apple durante los próximos meses. Hay mucho en juego y puede que estemos ante un cambio de filosofía considerable.