Hay cambios en Apple, parece ser que tras el nombramiento de Jony Ive como jefe del equipo de diseño, los cambios parecen tener rasgos más que significativos. En el nombramiento de Ive como jefe de diseño, este paso a tener un papel más global, dejando de centrarse en un proyecto de manera individual. Los encargados de rellenar este hueco, han sido Richard Howarth y Alan Dye.
El paso de Jony Ive a jefe de diseño hace que se pierda su enfoque personal con respecto a los Mac
Mientras tantos, los encargados han tenido que tomar el mando y aportar soluciones. Todo esto ha obligado a dividir tanto a ingenieros como a diseñadores en 2 grupos, en el que por difícil que parezca hay que elegir solo uno de los proyecto o propuestas. Esto se vio reflejado en el nuevo MacBook retina de 12 pulgadas. Contaban con 2 prototipos de base, uno más ligero, y uno más pesado más convencional.
Tras varios meses, y con la meta propuesta en 2014, a mediados de 2015 se disponía de un equipo ya terminado. Aunque en su momento se eligió la propuesta más ligera, hubo menos tiempo para investigar como adelgazar algunos componentes debido al tiempo que llevo la elección de un proyecto definitivo.
Por ejemplo en el modelo de este año, había un grupo de ingenieros que esperaban integrar tanto el touch ID como un segundo puerto USB-C. Estas ideas no pasaron mucho más allá del concepto y tuvieron que conformarse con mejoras en la velocidad y un nuevo color oro rosa con respecto al MacBook.
Jony Ive es la pieza fundamental en los diseños de Apple
Algo parecido sucedió con la batería del nuevo MacBook Pro, en un primer momento se pensó en un diseño contorneado en el chasis acompañado de una batería de alto rendimiento. Una vez empezada la etapa de prueba, en uno de los tests más importantes, la batería falló por lo que la compañía decidió retroceder y volver al antiguo diseño. Con esto se consiguió ganar tiempo para tenerlo listo en su fecha. Aún con todo, Apple tuvo que ser ayudada por ingenieros ajenos a la empresa si pretendían tener el producto a tiempo.
Según algunas fuentes, una docena de empleados de la compañía entre los que se encuentran ingenieros y gerentes la han dejado. La mayoría de ellos, integrantes del equipo de hardware, se han dedicado a otra labor dentro de la empresa o directamente la han abandonado.
Otra de las ideas propuestas fue la de mover la producción de los Mac Pro fuera de los Estados Unidos. Según algunos ingenieros sería un total acierto moverse a Asia, donde están mejor preparados para próximos ambiciosos diseños.
Por otra parte se consideró sacar un teclado independiente que contase con Touch Bar y lector de huellas pero no ha contado con demasiada fuerza debido a la idea de la empresa de mantenerlo como característica exclusiva de los nuevos MacBook Pro.
Por último. se esperan actualizaciones más modestas para este año próximo. Principalmente la inclusión de puertos USB-C y la de tarjetas de video AMD en los próximos iMac. También se verán mejoras en cuanto a velocidad con respecto a los MacBook y los nuevos MacBook Pro.
