La versatilidad y uso de una impresora 3-D son de gran utilidad. Prótesis, modelos escala de herramientas, etc. Pues bien, una cabeza humana también puede ser impresa y nuestra seguridad puede ser afectada por el mal uso de estas. Es decir. nuestros celulares pueden ser desbloqueados por impresoras 3-D.
Y aunque parezca inverosímil o de película de ciencia ficción. Esta posibilidad fue probada por un reportero del medio Forbes. Thomas Brewster. El hizo una replica de su cabeza en una impresora 3-D. Con este puso a prueba el desbloqueo facial de 5 celulares. Estos fueron: iPhone X, Samsung S9, Samsung Note 8, OnePlus 6, LG G7 ThinQ.
Y los resultados fueron bastante desalentadores para los usuarios de Android. Los cuatro modelos fueron desbloqueados con facilidad haciendo uso de la impresión 3-D.
Sólo un móvil paso la prueba de la impresora 3-D
El único modelo que se mantuvo bloqueado en la prueba fue el iPhone X. Incluso se modifico la luz ambiental para poder acceder al móvil pero este no se desbloqueó. A diferencia de los otros modelos que con facilidad desbloquearon el celular apenas la cabeza impresa en 3-D estuvo frente a los dispositivos.
Según la Quinta Enmienda, la autoridades pueden acceder a nuestro móviles sin la necesidad de nuestro consentimiento. Esto significa que las huellas dactilares y nuestro rostro podrían ser forzadas para desbloquear nuestro móviles si la policía lo requiere.
El profesor Orin Kerr de la Escuela de Leyes de USC Gould, dijo que una orden judicial no seria requisito para obtener nuestros datos biométricos, pero si se necesitaría uno para usar estos datos para desbloquear un dispositivo.
Como vemos, incluso en tiempos de datos biométricos y reconocimientos faciales. Nuestra seguridad y privacidad se ven más vulnerables que antes. Incluso, los usuarios a favor de nuevas formas de seguridad se encuentran en contra de estos. Es de suponer que quizá nuestros códigos de números o letras sean las formas más seguras de mantener nuestros dispositivos a salvo de cualquier intromisión o probables hackers.
Fuente: Forbes