En los últimos años, Apple ha ido sorprendiéndonos con las cifras de las ventas de los iPhones. Año tras año y generación tras generación éstas han ido creciendo hasta llegar a la impresionante cantidad de 170 millones con los iPhone 6 y 6 Plus. Estos datos son un gran logro para la compañía. Pese a que la mayoría asegura que estas cifras terminaraán cayendo en un futuro próximo, Apple sigue superándose en contra de todas las expectativas.
Pero al mismo tiempo un número tan elevado de dispositivos supone un gran problema para Apple. Se trata del destino de estos dispositivos una vez que dejen de ser utilizados. Parece que Apple ya es consciente del problema. Esto se puede ver de forma concreta en tres acciones por parte de la compañía.
En primer lugar, el inicio de un programa de reventa de iPhones de segunda mano. Es decir, iPhones que ya han sido utilizados pero que todavía tienen vida útil y se encuentran en muy buen estado de modo que pueden ser vendidos otra vez. Este programa se encuentra sobre todo en los países emergentes en los cuales no todos los usuarios pueden permitirse un iPhone nuevo de última generación.
También podemos ir a un Apple Store para adquirir un nuevo iPhone y conseguir un descuento si llevamos nuestro antiguo móvil. De forma que éste pasa por los procesos de Apple para ver si se puede revender en el caso de encontrarse en buen estado o pasar a reciclarse en el caso contrario.
Por último se encuentra el programa de reciclaje. En este cobra relevancia el robot desarrollado por Apple, LIAM. Este se encarga de reconocer el dispositivo y de desmontarlo en forma precisa y separando los materiales para su posterior reutilización o desecho.
Estos movimientos por parte de la compañía son muy importantes porque nos demuestran su compromiso con los productos que venden. Pero tampoco son una solución que finalice con el problema, ya que todavía hay muchos dispositivos que no son aptos para ser vendidos otra vez, pero al mismo tiempo todavía son funcionales y no hay porque desecharlos. Es en este aspecto en el que Apple todavía puede crecer, con la gran ventaja de que tiene una gama de productos reducida, lo que se traduce en pocas diferencias entre componentes y en la facilidad de su reutilización.