Internet, dispositivos móviles y redes inalámbricas. La tecnología nos acerca, nos hace más fácil la comunicación e incluso puede volvernos más productivos, pero todo tiene un precio.
Es hora de hablar de un derecho a desconectarse del trabajo…
Aquel concepto “BlackBerry” (idéntico -llamativamente- al nombre que recibía la bola de hierro que acompañaba a los presos en los Estados Unidos), que caracterizaba al hombre de negocios en los 2000, hoy se ha popularizado y casi no hay trabajador que no reciba fuera de horario mensajes en WhatsApp del grupo de la oficina o de sus superiores, e incluso es cada vez más común el “home office”, que no es otra cosa que la libertad de estar conectados todo el tiempo con la empresa… pero desde casa.
Acceder a Internet es un derecho humano pero, ¿puede convertirse en una obligación? ¿Puede el empleador tener acceso a sus dependientes las 24 horas del día, los 365 días del año? Quizá es hora de hablar de un derecho “a desconectarse del trabajo”.
Junto a iOS 12, Apple lanzó la función “Tiempo de pantalla” (en inglés, Screen Time) en respuesta a la creciente toma conciencia acerca del tiempo que pasamos frente a nuestros dispositivos electrónicos. Si bien el objetivo principal de la función es el control parental (permite configurar límites horarios de uso, por aplicación, por contactos y hasta por contenidos), es evidente que podría aplicarse a dispositivos de un flota laboral, por ejemplo.
¿Debemos permitir que la “uberización” del trabajo nos vuelva esclavos del vínculo laboral?
El ecosistema de Apple ha triunfado en el mundo empresarial, así lo aseguró Bradley Chambers para 9to5mac.com: “Apple está creciendo en la empresa. Hace unas semanas, se supo que todas las compañías de Fortune 500 usan productos de Apple ahora. IBM también está reportando información sorprendente sobre cómo se desempeñan los usuarios de Mac en el trabajo”.
Y en ello se sostiene justamente lo que planteamos aquí. Es que, si Apple (principal proveedor de tecnología de las grandes empresas) y su competencia, ampliarán el espectro de este tipo de funciones (o liberaran su API a terceros) se podría mejorar sensiblemente la injusta situación de los trabajadores 24/7, ¿no valdría la pena el esfuerzo?
De licencia por enfermedad o incluso de vacaciones, la misma titular de la flota de dispositivos podría sin más condicionar la “conexión al trabajo” de sus dependientes y dejarlos descansar. ¿Es muy difícil de imaginar? Un “modo licencia”, respuestas automáticas y reenvío de mensajes a empleados disponibles, tan simple como eso.
Si Apple y su competencia ampliarán el espectro de este tipo de funciones se podría mejorar sensiblemente la injusta situación de los trabajadores 24/7…
La Primera Revolución Industrial nos empujó a reclamar nuestros primeros derechos laborales, ¿será hora de reclamarle a la Cuarta Revolución Industrial unos nuevos? ¿O debemos permitir que la “uberización” del trabajo nos vuelva esclavos del vínculo?