La última actualización del USB tipo C ahora permite identificar si el dispositivo es confiable, seguro y sobre todo que esté debidamente certificado, todo esto debido a que ya se puede usar y aprovechar criptografía, es decir, una técnica de cifrado y codificado utilizada para mejorar la seguridad.
Todo esto nace debido a la inseguridad que tienen nuestros dispositivos cuando se los conecta en lugares públicos donde pueden ser vulnerados, de igual manera con productos, por ejemplo, cargadores y cables USB tipo C no certificados nos encontramos con que estos pueden ser vulnerados por personas malintencionadas.
Por este motivo lo que se prevé será un estándar a nivel mundial, el USB tipo C, ahora es capaz de detectar todas las características de seguridad de los dispositivos y accesorios sin establecer necesariamente una conexión de datos de nuestros gadgets.
Una actualización hacia el futuro
Con la autenticación que se realiza inmediatamente después de conectar el cable USB tipo C a los dispositivos se pretende prevenir los riesgos de firmware / hardware malintencionado que se encuentran en al conectar a puertos de carga u ordenadores para transferir datos, todo esto antes de la transferencia de información y energía.
Usando este protocolo de verificación, los sistemas host (puntos de inicio y final en la transferencia de datos) pueden confirmar la autenticidad de un dispositivo o accesorio que utilice USB tipo C, determinar si se trata de un cable USB o un cargador USB y si es un dispositivo certificado ademas de mucha más información propia de los dispositivos.
Actualmente el uso del USB tipo C está en crecimiento y lo hemos visto con productos como las nuevas Macbook y por su puesto el iPad Pro, sin embargo, aún no es seguro si Apple adoptará todas estas políticas sobre la seguridad, pero todo indica que tendremos un año dedicado a la seguridad de la información en nuestros dispositivos.