Aún recuerdo cuando nació el Jailbreak y las posibilidades que brindaba en nuestros iPhone tan absolutamente cerrados en comparación a los Android. ¿Merecía la pena entonces? Para mí, no. Ni merecía la pena en esos momentos y en el presente merece mucho menos la pena. Ahora tenemos más información que antes y vemos como el Jailbreak puede ser un foco de intrusismo y fallos de seguridad. Sin embargo de todo se puede sacar algo positivo.
El Jailbreak siempre ha sido una forma de tener en el iPhone lo que Apple no aportaba
El Jailbreak ha sido la oportunidad de poder obtener una serie de beneficios en nuestros iPhone que la empresa americana no implementaba. Los usuarios de Apple mirábamos con un cierto recelo a los de Android por las “ventajas” de las que disfrutaban. Nosotros necesitábamos instalar Cydia para disfrutar de una experiencia similar.
Lo que muchas veces no nos contaban es que para poder disfrutar de esas experiencias a través del Jailbreak estábamos, en algunas ocasiones y dependiendo del desarrollador, compartiendo nuestros datos con él. A veces ese altruismo podía salir caro.
Realmente, la mayoría de las aplicaciones existentes a través del Jailbreak eran para modificar la apariencia del teléfono. Pero reconozco que había programas magníficos que ayudaban mucho. La cosa fue de mal en peor cuando se convirtió en un nuevo negocio. No digo que no debiera serlo, sólo digo que empeoró.
Muchas cosas han cambiado desde los primeras versiones
Nuestra generación no ha tenido las cosas fáciles tecnológicamente hablando. Los que ya empezamos a tener unos años hemos tenido que ir aprendiendo a base de ensayo y error de manera autónoma. Instalábamos una versión de Jailbreak, mirando en foros y cruzando los dedos para que saliese bien.
Hoy en día las nuevas versiones son fáciles de instalar y fáciles de encontrar. Algo de lo que hay que estar muy orgulloso y no se agradece lo suficiente. Sin embargo, estas nuevas versiones llegan también a un grupo de personas mucho más preparadas y saben los riesgos que se asumen al hacer Jailbreak al iPhone.
Porque sí, hay riesgos a la hora de instalar un software al que dejas acceder a lo más profundo de tu iPhone por personas que en realidad no conoces. La seguridad y privacidad se olvidan cuando pirateamos.
No he podido encontrar datos de las personas que han podido instalar o descargar la nueva versión de Unc0ver para iOS 13.5, pero no creo que sean demasiadas. Por si acaso Apple no ha tardado demasiado en sacar iOS 13.5.1 y se acabó el problema, de momento.
El Jailbreak es necesario para recordar a Apple que no todo lo que hace está bien
Que yo no quiera instalar en ninguno de mis iPhone las nuevas versiones de estos programas, no quiere decir que no me pique la curiosidad de ver lo que aportan. Sería muy distinto decir, que no debería existir. Eso nunca lo diré.
Los programadores artifices de estas nuevas versiones son muy necesarios para recordar a Apple que tiene fallos graves de seguridad y que deben ponerse las pilas. Nos recuerdan a los usuarios que podríamos tener funciones en nuestros iPhone increíbles y que si no es así, se debe a que Apple no quiere (de momento).
Los de Cupertino se nutren de las nuevas propuestas realizadas por estos desarrolladores, a veces, anónimos. Toman ideas para sus nuevas versiones de iOS, pero tampoco nos engañemos, estos desarrolladores también sacan su provecho al crear estas versiones.
Por tanto son todo beneficios. Los usuarios obtenemos ayuda de especialistas que detectan fallos de seguridad. Apple consigue nuevas ideas para sus versiones de iOS y tener actualizado su software. Los creadores del Jailbreak consiguen rédito y en ocasiones ofertas económicas y laborales.
El Jailbreak es necesario, así que esperemos que siga existiendo, aunque los usuarios en general ya no estén tan ávidos de probar funciones nuevas quedando relegado para aquellos que puedan considerarse como más “expertos” o fanáticos en esta materia.
