Desde la creación del ENACOM -Ente Nacional de Comunicaciones- se habla de un avance en este sentido, y más aún en los últimos días. Es que el Gobierno de Argentina hizo públicas sus intenciones de profundizar las políticas de combate contra el contrabando de celulares. De hecho, para el año próximo, ya está previsto que la lista negra de teléfonos (funciona desde 2016) incorpore a los que hayan sido denunciados en el extranjero. Pero aquí el dato que debería encender todas las alarmas de los usuarios, porque también se estaría por confeccionar una lista blanca de teléfonos nacionales, que -por descarte- bloquearía a los que no se hayan declarado al ingresar a la Argentina.
La mencionada lista negra, que incorporará a los aparatos denunciados en otros países, bloquea el uso en el país de un teléfono que fue denunciado como robado y la referencia que toma es el número de IMEI (único de cada teléfono), el cual es necesariamente conocido por la operadora al intentar darle servicio (lo cual no debería ocurrir de existir informe negativo por parte del ENACOM). La intención es impedir que equipos robados, tanto en un robo casual como en un desfalco más grande, sean comercializados en la Argentina.
La lista blanca, en discusión, bloquearía a los teléfonos que no se hayan declarado al ingresar a la Argentina.
El Ente evalúa, como medida complementaria, pedir la factura de compra al momento de activar un teléfono extranjero en la Argentina (tal y como sucede desde hace algunos meses en Chile), creando así una especie de “lista blanca”. Lógicamente, a esa base de datos ya se incorporarían todos los móviles fabricados en Tierra del Fuego y los importados en forma oficial por cadenas de retail y operadoras. Sin embargo, y de llevarse a cabo este plan, una persona física que adquiera un teléfono en otro país y desee utilizarlo aquí deberá declararlo al ingresar y validar el IMEI del mismo.
Eso sí, el control no sería retroactivo, por lo que los teléfonos ya activos no deberían sufrir ningún tipo de afectación. En una entrevista, el presidente del ENACOM, Miguel de Godoy, le confirmó al medio TN que “estamos trabajando en un proyecto superador al de las listas blancas, que no funcionaron exitosamente en todos los países (…) lo único que hay por ahora son inspecciones para evitar el contrabando en comercios. De ninguna manera se va a avanzar en bloquear otros celulares.”
La lista negra, que es un hecho, desde 2018 se alimentará también con los reportes de otros países.
De esta manera, la única medida que es un hecho es la “lista negra”, la cual afecta solo a equipos identificados como robados -y que desde 2018 se alimentará también con los reportes de otros países-. Se prevé también que las operadoras y fabricantes puedan aportar bloques de IMEI al sufrir grandes robos de contenedores.
De todas maneras, y si bien desde el Ente afirman que no se busca “complicarle la vida al comprador de buena fe”, se espera que muchos aparatos -especialmente los que no se consiguen en la Argentina, como el iPhone-, adquiridos a través de sitios como MercadoLibre, se queden sin servicio de un día para el otro por haber sido sustraídos -y ahora informados- en otros países.
Se apunta a neutralizar el ingreso de celulares de contrabando, que hoy ronda los 3 millones de equipos anuales, mientras que algo más de 10 millones salieron de Tierra del Fuego, según la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de la Argentina.
En principio, con este tipo de medidas no se trata de perseguir a quienes viajan a Estados Unidos o Chile y adquieren un teléfono (y luego no declaran), sin embargo es evidente que éste podría ser el resultado. El tiempo lo dirá, aunque la baja de aranceles podría facilitarle la vida a los usuarios que pagan dos y hasta tres veces por productos fabricados aquí, ¿no les parece?