A través de MacOS y con la aplicación nativa Utilidad de discos podemos encriptar ciertos contenidos (incluyendo carpetas con muchos de archivos). Pero para eso prácticamente tienes que tener un tutorial a mano para hacerlo bien ya que -cuanto menos- es un tanto lioso. Para acelerar el proceso de encriptar un archivo y que sea algo rápido, muy sencillo y práctico he descubierto por la Mac App Store una pequeña aplicación gratuita llamada Encrypto. Simplemente sirve para encriptar archivos fácilmente y además con contraseña.
Encriptar archivos en tu Mac es una tarea sumamente fácil
Encriptar un archivo sirve para enviarlo a alguien -o conservarlo- de manera protegida. Eso quiere decir que si algún hacker (o cualquiera) lo intercepta y/o lo “espía“, la encriptación hará que el susodicho/a no entienda su contenido y por lo tanto no sepa interpretarlo. De esa manera queda protegido el contenido del archivo.
¿Y que es encriptar? encriptar supone -para que se entienda- desordenar su contenido de manera que este no sea entendible por nadie. Claro, se desordena el contenido del archivo (sea cual sea) siguiendo una especie de fórmula o de algoritmo (basado a veces en la contraseña) que no debe de saber nadie mas, ya que, para luego desencriptar el archivo -y devolverlo a su estado normal- hay que aplicar esa fórmula o algoritmo en sentido inverso. Evidentemente el receptor del archivo sí que ha de conocer como desencriptarlo, para así poder interpretarlo correctamente. De ahí el que sea muy importante salvaguardar el algoritmo o método como el que se encriptan los archivos.
Encrypto es una pequeñísima app de apenas 8 MB del desarrollador ‘Mac Paw’ que puedes descargar gratuitamente de la Mac App Store y que siguiendo una encriptación -ya existente y segura– como es AES 256 encripta todos los archivos que desees simplemente arrastrándolos hasta su ventana principal.
No es necesario un manual de instrucciones de la app porque es bien sencilla. Arrastras el archivo, añades una contraseña y -si quieres- añades un texto que te sirva de pista para recordar la contraseña con la que lo encriptaste, ya está. Una vez encriptado, arrastras el archivo de la ventana de Encrypto a donde quieras en tu Mac.
Cuando haya que abrir ese archivo, o bien conoces la contraseña que se puso al encriptarlo, o el archivo no será ni abierto ni legible por nada y ni por nadie. Lógicamente cuando tratas de abrirlo se abre -por defecto- la app Encrypto para que introduzcas la contraseña correcto del archivo.
Una vez desencriptado el archivo puedes o bien guardarlo en tu Mac ya como un archivo “normal” u ocultarlo.
Fácil y práctico. Protege tus archivos privados.
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