Queda poco para que el 2022 finalice. Un año que podemos llamar de transición a todos los efectos. Puede ser el año en el que los seres humanos hemos empezado de nuevo a vernos la cara de manera habitual y donde el estar malo no supone una seña de identidad o de peligro para el resto. Podemos hablar de un año que ha ido mejorando con los meses, aunque la espada de Damocles siempre está ahí. Podemos considerar a este año como un año de transición también para Apple, porque lo que ha lanzado, pero sobre todo lo que ha dejado de lanzar ha sido mucho y muy deseable. Esperemos que el 2023 cambie para mejor, mucho mejor.
El 2022 puede haber sido un año bueno económicamente pero no para el usuario. Eso debe cambiar en el 2023
Ya sabemos que a Apple no le van mal las cosas. De hecho, le van muy bien y de momento sigue siendo la empresa número 1 y que seguirá así durante muchos años. Pero no se debe dormir en los laureles y sobre todo no debe ser lo único que le motive a conseguir: El dinero. Es una empresa lo suficientemente lista y hábil como para saber que lo que de verdad importa, es el usuario. Y a eso debe aferrarse y a eso debe prestar atención para el año que viene, el 2023.
Parece que el iPhone 15 no utilizará chips propios de Apple como hacen ya los Mac, algo que no nos gusta a los usuarios. Si elegimos Apple es porque no sólo nos gusta lo bueno, también queremos lo exclusivo, eso es así, aunque hablar de Apple ya casi no es sinónimo de exclusividad. Casi podemos hablar de dos tipos de usuarios de Apple, el de gama baja y el exclusivo. Tan bueno el uno como el otro, pero ya no es como antes en donde tener un Apple era casi algo raro.
A lo que iba. Queremos exclusividad de componentes, no sólo ya porque lo estamos pagando, si no porque funciona mejor. se ha demostrado que los Mac funcionan mejor con Apple Silicon que con los chips de la competencia. Por tanto, es de suponer que los iPhone deberían funcionar mejor con chips propios.
Dejando esto a un lado, lo que me llama poderosamente la atención, es que Apple no haya innovado para nada en ninguno de sus productos de este 2022. Algo que debe cambiar en el 2023. El iPhone 15 debe ser un revulsivo en todos los aspectos. Tanto interior como exteriormente. Se debe dar una vuelta de tuerca al diseño y no esperar a que nos ridiculicen en todas las redes de cómo ha sido el cambio del 13 al 14. Que es exactamente igual, pero más caro. Es que no puede ser.
Debemos volver a la esperanza de lanzar un producto nuevo, que ilusione y no comprar lo nuevo, sólo por ser exclusivo, sino porque aparte de eso, sea bueno y bonito. No podemos esperar, al menos yo, no puedo esperar dos años a que se lance un móvil nuevo. Debe ser ya.
Pero no pasa solo con el iPhone, hablamos del iPad, AirPods y cualquier otro dispositivo de Apple que lo único que hacen es añadir un biselado, una lente más o un color nuevo. Eso no es de recibo en una empresa de la magnitud de Apple. Por favor, acordaros de lo que le pasó a Nokia. Se durmió en los laureles saboreando las mieles del éxito y el choque de realidad fue sublime. Tenemos una competencia atroz y me da igual que alguien diga que en el terreno de los móviles está todo inventado, porque no es así.
Apple debe, se le debe obligar a innovar, no a lanzar productos reciclados porque a la empresa le conviene seguir reutilizando componentes de otros terminales antiguos. Apple debe avasallar a sus rivales con productos arrolladores, funcionales y bonitos. Eso es Apple. El cosquilleo de una cosa más. De presentaciones arrolladoras que dejan a todos con la boca abierta. Eso Apple: Ilusión.
Es algo que deseaba contar hace tiempo, quiero volver a ilusionarme con la empresa, con la marca, con el iPhone y con el iPad. Con los AirPods. Pero sobre todo con el iPhone, porque es donde, como tu supongo, llevamos toda nuestra vida. Quiero volver a sacar el móvil y pensar que lo que saco es exclusivo, pero no por el precio, sino por las funciones.