El iMac G3 llegó de la mano de Steve Jobs para salvar Apple

Hoy toca un poco de historia. Vamos a hablar de lo que supuso un gran salto no sólo en Apple, el iMac G3.

Steve Jobs había regresado en 1997, como CEO interino a Apple, a una compañía que parecía navegar sin rumbo fijo y con unos resultados financieros realmente desastrosos. El 6 de mayo de1998, en el Flint Center de Cupertino, el iMac G3 una de las razones por las que, a día de hoy, sigue existiendo la compañía de la manzana mordida, era presentado al mundo.

Hace 18 años llegaba al mundo el iMac G3, uno de los grandes iconos de Apple

Todos los que ya peinamos canas seguro que recordamos unos ordenadores semi transparentes de colores, integrados junto con la pantalla y con un novedoso puerto USB en el teclado. El iMac G3 de Apple se convirtió, por razones obvias, en toda una revolución estética y tecnológica hace ya dieciocho años.

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Podemos considerar el iMac G3 como la máxima expresión de la creatividad de Jonathan Ive quien llevaba trabajando en la compañía de la manzana desde 1992. Junto con Steve Jobs, con quien trabajo hasta su muerte en 2011, ha marcado la línea de diseño de Apple.

Una carcasa de plástico semi transparente, en origen de color Azul Bondi, encerraba el único iMac con monitor CRT de 14″ pulgadas, que ofrecía una resolución de 1.024 x 768 píxeles a 24-bit, y toda la tecnología necesaria para hacer funcionar el ordenador. El diseño presentaba cierto aire retro y al mismo tiempo futurista, propio de los años noventa, cuando se soñaba con el futuro y se añoraban los años 60.

Al margen del diseño, sin duda alguna, uno de los grandes avances que supuso el iMac G3 se pudo vislumbrar desde el punto de vista tecnológico. Se puede considerar el primer ordenador pensado para internet. Y además para hacerlo funcionar bastaban dos pasos, como bien rezaba la publicidad de Apple.

 

 

El iMac G3, un ordenador construido para internet

Desde el punto de vista técnico, los número que presentaba el iMac G3, que a día de hoy nos podrían parecer irrisorios, no distaban mucho de los números de la competencia.

El sobremesa de Apple montaba un procesador PowerPC G3 de 333 MHz, 32 MB de RAM y un disco duro de 4 GB, quizás uno de los puntos más flojos del iMac. Desde el punto de vista gráfico había dos posibles configuraciones. Con una tarjeta ATI Rage IIc con 2 MB de VRAM o una segunda opción con una ATI Rage Pro Turbo de 6 MB de VRAM.

El ordenador se completaba con una unidad CD-ROM 24x, eliminando por primera vez la disquetera, un gran error para The Boston Globe. ¿Cómo se harían las copias de seguridad o el intercambio de archivos? se preguntaban los de Boston. También se integraban dos altavoces con sonido estéreo y efecto SRS, un micrófono y dos novedosos puertos usb 1.1 en la parte trasera.

Pero sin duda alguna uno de los grandes avances por los que será recordado este ordenador, al margen del ya comentado diseño, fue su construcción pensando en internet. El ordenador tenía conexión ethernet Rj-45 y un modem integrado de 56K.

En el apogeo de la conexión por minutos no se necesitaba ningún periférico, a diferencia de la competencia, para poder conectarse a una red o conectarse a internet. Sin duda alguna un valor añadido del iMac G3 sobre los ordenadores de la competencia, más aún cuando se prometió una conexión a la WWW en pocos minutos.

 

 

Mientras el teclado se ha convertido en una pequeña joya del diseño, el ratón del iMac G3 se puede considerar como uno de los mayores errores de Apple

En cuanto a los periféricos, podemos considerar que el ratón fue uno de los grandes errores de este ordenador. Primaba el diseño sobre la funcionalidad y el punk, como se bautizó a este ratón redondo por su parecido con el disco del hockey sobe hielo, ha sido uno de los peores ratones de la historia.

Por contra el teclado fue todo un acierto. Una buena ergonomía y buenas sensaciones al tacto. Pero sobre todo dos puertos usb a los que poder acoplar otros periféricos, disminuyendo así el tan ansiado uso de cables en la búsqueda incesante de simpleza, sencillez y limpieza en los diseños

La máximas de Apple, de líneas limpias y sencillas, volvía a primar no solo en el diseño del teclado. En el ordenador había detalles, como la tapa en la caja de conexiones con un agujero para pasar los cables, que convirtieron a este primer iMac en una autentica pieza de museo.

 

150.000 pedidos antes de su lanzamiento hablan por si solos del éxito del ordenador que soño Steve Jobs en su regreso a Apple

Pero, pese a quien le pese, el iMac G3 fue todo un éxito. Antes de su presentación Apple ya tenía vendidas 150.000 unidades de su todo en uno. Las acciones de Apple alcanzaron los 40$, algo sencillamente impensable en los tres años anteriores. Se invirtió en publicidad y los relaciones públicas de la empresa hicieron su trabajo. Se anunció como el mayor lanzamiento de la historia de Apple.

Pese a las críticas que cosechó en su presentación por aspectos como su incompatibilidad con Windows o su elevado precio, 1.499$, el iMac G3 fue y ha sido uno de los grandes éxitos de Apple. Consiguió reflotar a los de Cupertino y encauzó la política de diseño y de empresa a lo largo de los años. No en vano, el primer iBook de Apple, otro éxito de ventas y punto de inflexión, se podría considerar como la versión portátil del iMac G3.

 

 

El ordenador de Apple se estuvo fabricando durante 6 años hasta 2004, conviviendo con el iMac G4. En 2005 se dejó de fabricar, para dar paso a otro de los iconos de Apple, el iMac G5.

Sin duda alguna estamos ante uno de los mejores ordenadores de la historia. El primer iMac de Apple se ha sabido hacer un hueco en las estanterías de los museos de tecnología por derecho propio. Todo un hito que no podemos olvidar.

Como anécdotas, si quieres saber de donde viene la i de la serie iMac de Apple, te recomiendo veas el video de presentación de esta pequeña joya de la historia de la informática.

 

 

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