Ya se han acabado los colegios y ya hemos pasado la celebración de San Juan. Por lo que podemos decir que oficialmente empieza el verano. Los que trabajamos no tenemos tantas vacaciones como los escolares, pero sí disfrutamos de algunos merecidos días. Son fechas de desconectar y de hacer cosas diferentes a las que hacemos a diario. Una de los trucos para tener unas verdaderas vacaciones, es el de dejar a un lado los dispositivos tecnológicos de los que no podemos prescindir el resto del año. Pero hay uno, que al menos yo, no puedo dejar de lado. Para mí es el Apple Watch.
El Apple Watch para mí es el único del que no puedo prescindir en verano
Los que seguís con habitualidad este blog, sabéis que mi debilidad es el Apple Watch. En mi caso, se juntan dos pasiones: Los relojes y Apple. Tengo un par de relojes de la marca americana pero realmente el que utilizo de manera constante es el modelo 6. No tengo el 7, creo que no hay características muy superiores en este respecto al anterior.
Todos los días, inmediatamente después de meterme el iPhone en el bolsillo, me pongo el Apple Watch (red) en mi muñeca izquierda y pienso que ya lo llevo todo. A partir de ese momento, es raro que se me pase un mensaje y menos aún una llamada. De hecho, suelo contestar a muchas de ellas directamente desde el reloj. Suelo llevar además AirPods, por lo que el teléfono es casi un elemento decorativo. Teniendo en cuenta que el Apple Watch que llevo es el LTE.
De esa manera y como ya sabéis, cuando no están conectados ambos dispositivos por Bluetooth, puedo utilizar el Apple Watch de la misma manera. Atender llamadas y hacerlas, menajes e incluso redes sociales. Por eso, cuando llega la época estival y necesito desconectar, normalmente hago mi vida llevando el Apple Watch a todos lados.
La intensidad del verano no es tan alta como el resto del año. Ahí está la clave.
En verano, procuro desconectar del trabajo de forma casi total. Son mis días y como el resto de compañeros y de personas, las vacaciones son para respetarlas. Es necesario desconectar y es obligatorio para la salud física y mental. Sobre todo para eliminar la cantidad de estrés que generamos a lo largo del año.
Algo que tenemos todos claro, es que el teléfono o la tablet nos genera estrés. Estamos todos el día pegados a ellos, leyendo noticias, contestando mensajes o consumiendo contenido vacío. En verano esa carga baja, porque no necesitamos desconectar tanto de tantas cosas que nos aprietan.
Pero, se necesita un mínimo de conectividad con el mundo, con la familia y amigos que vemos de manera más habitual pero en verano menos. El Apple Watch, lo tiene. Me conecta con el mundo lo justo. Si alguien me contacta por mensaje, puedo contestar, si necesito llamar, llamo. Si quiero revisar el correo, lo hago. Pero no me permite consumir ese contenido vacío y por tanto puedo desconectar mucho.
Además, el Apple Watch en verano me sigue cuidando. Sigue trabajando incansablemente midiendo las pulsaciones. Si quiero irme a hacer deporte puedo elegir la actividad que mejor se adapte a mi y medir la misma. En verano es buen momento para iniciarse en actividades acuáticas por ejemplo y probar el modo de natación en aguas abiertas.
En definitiva el Apple Watch me permite estar conectado lo suficiente para no considerar que estoy completamente desconectado. Aunque a la hora de la siesta, lo dejo en su cargador. Que estamos en verano.
Tú. ¿Con qué dispositivos de Apple no puedes estar nunca?. Os leemos.