Hace ya varios años que empezaron a comercializarse y venderse smartphones con pantallas OLED. Por desgracia, esta tecnología no ha sido adoptada por todos los fabricantes todavía. Ni siquiera Apple cuenta productos con pantalla OLED, más allá del Apple Watch. Este otoño esto cambiará, pues la llegada del iPhone 8 marcará un antes y un después para el mercado. Aunque Samsung fuera de las primeras, no ha conseguido motivar a los fabricantes, Apple seguro que sí. Y es que una vez que los iPhone tengan pantalla OLED, los terminales que no la tengan podrían parecer antiguos en comparación.
El iPhone 8 y su pantalla OLED
El iPhone 8, que podría no llamarse así, será el primero de Apple en introducir estas pantallas. A la vez, llegarán los modelos 7s y 7s plus, que no tendrán pantalla OLED. Pero una vez que veamos esta tecnología es muy probable que todos la deseemos. Durante los dos primeros años, empezando este septiembre, muchos comprarán los modelos con pantalla LCD por el precio, pero acabará extendiéndose el OLED. Bajará de precio y llegará a todos los modelos, cuando su fabricación lo permita. Como sabéis, Apple está teniendo problemas para fabricarlo por lo difícil que resultan estas pantallas.
Cuando Apple hace algo, el resto de fabricantes lo toman como el camino a seguir. Según la más reciente investigación de TrendForce, el iPhone 8 ayudará a incrementar la demanda de pantallas OLED. En 2020 la demanda de estas pantallas podría crecer hasta el 50%. Las compañías pioneras serían Samsung (que lleva años haciéndolo), LG y Apple, aunque lo mejor está por llegar.
Las ventajas de las pantallas OLED en un iPhone
La pantalla será más grande y el cuerpo del teléfono más pequeño, similar al de 4,7 pulgadas. ¿Afectará a la batería y su duración? Sí, y mucho, pero no tanto si es una pantalla OLED. Estas pantallas se caracterizan, entre otras cosas, por su ahorro energético, y es que solo encienden los píxeles necesarios, consumiendo menos energía. Si el fondo es negro, los píxeles se mantienen apagados, en lugar de darnos un píxel negro que parece gris oscuro, como las LCD. Tendremos más pantalla, pero también mayor duración de la batería, sobre todo si llega el modo oscuro a iOS 11.
Los colores tienen un constraste y unos colores muy superiores, que habrá que ver qué tal quedan en un iPhone. Además, visualmente podría ser más llamativo y atractivo para el público. Los usuarios que demandan pantallas OLED y reducción de marcos en los iPhone estarán encantados con el iPhone 8. Habrá que ver qué novedades aporta y si tiene o no Touch ID.
Y tú, ¿te gustaría ver por fin la pantalla OLED en el iPhone?