La caducidad temprana de los aparatos móviles, ya sea porque se rompen o porque se quedan anticuados se está convirtiendo en un grave problema medioambiental, cada día es más importante reciclar móviles antiguos. Aproximadamente cada dos años se cambia de móvil, acumulando una enorme cantidad de chatarra que no se gestiona adecuadamente.
Cada terminal móvil contiene más de 60 componentes, 40 de ellos altamente contaminantes y otros, como el aluminio, el cobre, el cobalto, el oro o el coltán, que se extraen en grandes cantidades de la naturaleza, por lo que se están agotando rápidamente. Por estos y otros motivos, se hace necesaria la implantación de una metodología y una normativa sobre el reciclaje y la recuperación de móviles en desuso, además de una industria especializada en llevar a cabo estos procesos.
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Una industria para reciclar móviles
La población se ha mal acostumbrado al consumo rápido de ciertos aparatos tecnológicos, de entre ellos, el que más rápido caduca es el móvil. Estos terminales se presentan como el ejemplo más claro del consumo masivo y sin control. Algunos de ellos son fabricados, pero ni siquiera llegan a venderse, otros apenas pasan un par de semanas con el propietario y, rara vez, se arregla uno estropeado, todo esto produce una acumulación de chatarra de enormes dimensiones.
Afortunadamente, comienzan a aparecer empresas especializadas en el reciclaje de móviles y gestión de baterías, el elemento más contaminante de estos aparatos. Lyrsa es la compañía referente en este sector y que abre camino a la inversión, demostrando que reciclar y contribuir con el medio ambiente es un negocio rentable.
El uso del móvil, su producción y abandono, producen una enorme huella ecológica que hay que limitar y reducir. En la actualidad, el tratamiento de este tipo de residuos tecnológicos solo afecta al 21 % del total que se produce y se deshecha, una bomba de relojería que, si no es por la acción de empresas como Lyrsa, que convierten los residuos en beneficios, estaría a punto de estallar. Y es que, solo por poner un ejemplo, solo un smartphone puede contaminar toda el agua que se consume en un país del tamaño de España en todo un día.
Los componentes de los móviles
Cada año la basura tecnológica de ordenadores y móviles alcanza los 46 millones de toneladas, perdiéndose con ella una cantidad ingente de materiales y minerales preciosos, como el oro. Pero, lo peor de todo, es que muchos de ellos son altamente contaminantes, por lo que si al final de su vida útil no se recicla adecuadamente, el daño a la naturaleza será inevitable.
De los componentes más comunes en los móviles, como por ejemplo el aluminio que se utiliza para las carcasas (22,18 gramos de media por celular), se requieren más de 32.000 toneladas para producir el número de smartphones fabricados en un año normal. De cobre, otro de los materiales más utilizados (15,22 gramos por terminal) se necesitan más de 22.000 toneladas para cubrir la demanda anual.
Otros materiales como el oro, el paladio y la plata se localizan en el circuito impreso del móvil, el tungsteno es el responsable de la vibración del aparato. También se dan, aunque en menor medida, elementos como el neodimio, el galio y el indio.
Otro de los materiales fundamentales en la producción de móviles, aunque no sea un recurso natural, pero sí altamente contaminante, pues es uno de los más abundantes como desperdicio humano, es el plástico, que suma 9,5 gramos por cada móvil, es decir, más de 14 mil toneladas por año.
Las baterías de litio, el componente más contaminante
Para fabricar baterías de litio se necesitan al menos 5,38 gramos de cobalto, es decir, más de 7.900 toneladas anuales. Este material, además de ser contaminante, forma parte de los elementos declarados non gratos por el uso de la explotación infantil, según la organización Amnistía Internacional.
Según estudios realizados, una sola batería de litio de un móvil puede llegar a corromper hasta 600.000 litros de agua. Este dato, junto al hecho de que crear un teléfono de gama alta libera nada menos que 95 kilos de co2 a la atmósfera, y que, además de cobalto, contiene otros 39 materiales tóxicos, como, por ejemplo, el plomo, el arsénico, el mercurio o el cadmio, hace que el reciclado sea un ejercicio obligado y en el que hay que insistir desde todos los estamentos de la sociedad.
El mercado del reciclaje de móviles beneficia al planeta
La reutilización de cada móvil supone evitar la emisión a la atmósfera de 30 kg de co2 y la utilización de 12 litros de agua limpia de media.
Empresas como las que pertenecen al grupo Lyrsa ofrecen una ayuda vital a nuestro planeta. Y es que el reciclaje de móviles está evitando que cada año se emitan más de 60.000 toneladas de co2 a la atmósfera. Por otra parte, y según los datos ofrecidos por Back Market (mercado de productos reacondicionados), también se reduce el consumo de más de 24 millones de litros de agua anuales por el reciclado de móviles.
El mercado del reciclaje mantiene una línea alcista en los últimos 3 años, periodo durante el cual se ha visto incrementada su cuota de mercado en más de un 25 %. Los españoles ya reutilizan nada menos que el 10 % del total de smartphones que hay en circulación, lo que supone más de dos millones de estos celulares.