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El próximo iPhone
El 2018 no será un año más para Apple, tendrá que afrontar una serie de retos que se producen a partir de decisiones que han tomado en los últimos años. Más allá de las especulaciones sobre supuestas adquisiciones por parte de la compañía de la manzana mordida (que en definitiva son simples hipótesis), creo que el primero de los grandes desafíos de Apple para este año que recién arranca está centrado en el iPhone. Veremos cuál es la decisión que tomarán respecto a las dos gamas que han generado en 2017. ¿Se saltarán el iPhone 9 en pos de una gama unificada? La cosa más lógica para hacer, desde mi punto de vista, sería esta, continuar con la evolución natural que supusieron las novedades introducidas en el iPhone X dejando de lado el concepto de dos líneas top de gama con distintos precios como hace Samsung, de hecho los coreanos encaran la cuestión a partir de dos lanzamientos separados por meses, cosa que no creo que haga Apple, al menos en lo inmediato.
Serán variados los desafíos de Apple para el 2018
Ahora, ¿esta unificación supondría un incremento definitivo en el precio del terminal? Esto no tendría que ser necesariamente de esta manera, aunque con la escalada que han tenido los teléfonos en los últimos años no habría que descartarlo. Lo cierto es que cuando se emplean nuevas tecnologías (como en el caso de la cámara TrueDepth, indispensable para el Face ID) o se aplican tecnologías existentes por primera vez en los propios productos (como pasa con la pantalla OLED), sea por la novedad o por los costos productivos, la tendencia es al incremento pronunciado del precio del dispositivo en un primer momento para luego ir cediendo en versiones sucesivas. De todas formas dependerá mucho de los resultados que haya obtenido la compañía con las ventas del iPhone 8/8 Plus y también del X en estos meses y, obviamente, las previsiones para el resto del año. No me caben dudas de que si la ecuación resulta positiva para Apple, con un iPhone X que, por lo que parece, le dio vuelta y media al iPhone 8/8 Plus (no solo en facturación sino fundamentalmente en terminales vendidos), será más complicado encontrarnos con un dispositivo a un precio inferior al del año pasado.
En el caso de que se produzca esta convergencia de las ramas en las que se ha dividido el iPhone seguramente el paso natural, aprovechando el esperado nuevo diseño del dispositivo, sería agregar (como se viene especulando) un nuevo corte de 6,5 pulgadas en la gama de productos, estableciendo la relación exitosa que hasta la pasada generación había entre los dispositivos de 4,7 y 5,5 pulgadas. Veo más difícil, aunque no imposible, que se produzca un tercer iPhone de 6 pulgadas con pantalla LCD IPS junto al nuevo diseño. En mi opinión sería extender demasiado la gama porque estaríamos conviviendo prácticamente con 5 teléfonos y sus distintos tamaños y resoluciones de pantalla (sería extraño que quitasen del mercado los dispositivos con pantalla LCD IPS de 2017), una verdadera pesadilla para los desarrolladores, además de ser una solución (la de gamas muy extensas de productos) que no apreciaba el mismo Steve Jobs.
Renovación del hardware en otros dispositivos
Con el iPhone X se ha completado la renovación estética de toda la línea de dispositivos que comenzó con el MacBook de 12″ en 2016. Sabemos que Apple en general tiende a unificar las tecnologías que se utilizan en cada uno de sus productos, es por eso que otro desafío que se presenta para los de la manzana mordida es el de emplear pantallas OLED y la cámara TrueDepth en otros dispositivos, tal vez una idea sería la de proponerlas para el casi desaparecido iPad mini y ver si con este incentivo se pueden mejorar las ventas del pequeño. De todas formas no podemos dejar de anotar que por la dificultad de la fabricación los precios de los productos con este tipo de pantalla y cámara sufrirían un incremento. Más allá de esto y conociendo a la empresa, una vez que han dado el paso es difícil que haya marcha atrás, ya sucedió con los display retina y pasará también con los OLED, eso sí, tal vez tome algunos años su implementación en toda la línea de productos.
Los sistemas operativos
Se estuvo hablando sobre la unificación de iOS y macOS, este sería el desafío definitivo. Es algo que sinceramente no me cierra del todo, fundamentalmente porque tenemos dos sistemas que varían en una cosa fundamental: el input (en iOS tocando la pantalla con el dedo o con el Apple Pencil y en macOS con teclado, mouse y trackpad). No me convence el sistema unificado que implementa Windows y no veo en cuál aspecto una unión podría mejorar la interacción con el usuario. El gran desafío, si finalmente toman este camino, es hacer que los sistemas se potencien y que no se pierda la fluidez de utilización que actualmente gozamos en cada uno de ellos por separado.
Como vemos, grandes desafíos para un 2018 que se presenta cargado de expectativas para los usuarios de productos con la manzana mordida. Sabemos que Apple es capaz de afrontarlos de la mejor manera, esperamos que lo consigan.