El 20 de enero de 2020, me compré unos AirPods Pro. Se que soy uno de esos usuarios tardíos pero ya sabes lo que dicen, mas vale tarde que nunca. Me lo compré aún teniendo unos AirPods originales que funcionan perfectamente. Eso es algo que me extraña. ¿Cómo es posible que esos auriculares aún funcionen sin problema y los Pro, ya no?. El caso es que me tendré que despedir de ellos y no sé qué haré al respecto.
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Buen comienzo, normal desarrollo y mal desenlace. La historia de mis AirPods Pro
Estamos de acuerdo que los AirPods Pro creados por Apple son una maravilla. Por eso me decidí a comprarlos. Además, teniendo unos AirPods originales, me decanté por estos Pro por la cancelación de ruido.
Muy buen inicio. Sorprendiéndome
La primera vez que los probé, me di cuenta que eran especiales. Era cierto eso de, en en algo tan pequeño, tanta tecnología punta. Había leído mucho acerca de ellos. Sobre todo de la funcionalidad de la cancelación de ruido. Leí comentarios para todos los gustos y lógicamente, leí aquellos que decían que cancelaban pero que no esperáramos una cancelación como unos auriculares de diadema.
Sí. Eso era todo lo malo que pude leer de la cancelación de ruido de los AirPods Pro. Por lo que decidí comprármelos, teniendo en cuenta el precio.
La primera vez que los probé me encantaron, ya no hablo de la facilidad de emparejamiento con el iPhone, que todos sabemos que es algo excepcional. Hablo de la facilidad de cambiar entre un modo de cancelación u otro. La forma de configurar las funciones de cada auricular. Y sobre todo, lo bien que se oían. Cuando activabas la cancelación el sonido de la música o de la película se convertía en una delicia. Estaba seguro que la compra había sido la correcta. Me quedaba una largo recorrido con ellos, o eso esperaba…
Empiezan los problemas con los AirPods Pro
Al poco tiempo, a los dos meses mas o menos, uno de los auriculares se dejaba de oír como por arte de magia. Era uno de los problemas que eran previsibles que ocurrieran, pero era fácil de solucionar. Era algo soportable, porque en realidad sólo molestaba muy de vez en cuando y se arreglaba desincronizando y volviendo a emparejar. Como el proceso con Apple, es fácil, pues tampoco era para tanto.
Pero luego empezó un nuevo problemas. La carga de unos auriculares. Empezó a dar problemas. Gracias a lecturas en iOSMac, sabía que era algo que podía suceder y sabía como podía arreglarlo. Eso sí, no me gustó que sucediese tan pronto. En realidad no me gustó que ocurriera. Pero entraba dentro de lo probable. Eso ya empezaba a molestar, porque claro, no esta bien ponerse un auricular y que no funcione. A veces tenía que dejarlos en casa y otras a esperar que cargase lo suficiente para usarlo. En esta ocasión, no había que esperar mucho.
La gota que colmó el vaso, lo que me produjo desesperación, fue que se empezó a escucha run ruido metálico en ambos cascos. Se solucionaba colocando en otra posición los auriculares. Algo que no estaba bien, porque en esa posición no me resultaban cómodos. Ese ruido sólo se escuchaba en las conversaciones telefónicas y no en música o videos. Una lástima.
Empecé a no usarlos. Empecé a usar otro modelo que me habían regalado posteriormente. Dejé los AirPods Pro para deporte. Mala idea. EL sudor acabó de estropear y agudizó los problemas ya existentes.
Se acabó. La paciencia tiene un límite y ya no los uso
Después de tantas historias, he decidido que es hora de no usarlos ya mas. Puede que sólo en ocasiones en los que no me importe si se pierde. No tendré tanto cuidado con ellos como hasta este momento. Puede que se solucione todo o puede que sea hora de que me regalen unos nuevos. Aunque lo mejor será esperar a la segunda versión.
Si me preguntas si volvería a comprarlos. La respuesta es que no, los Pro. Pero sí, los de tercera generación. Eso sí, a la espera de los AirPods Pro segunda generación.