Te despiertas un día, y lo primero que te viene a la cabeza es que ya no tienes tu iPhone contigo. Anoche a última hora lo dejaste en el servicio técnico porque se te había estropeado el botón de bloqueo/desbloqueo. No suele pasar mucho, pero si que es cierto que es un botón que llegado a cierto punto, se estropea y no hay otra solución mas que reponerlo por uno nuevo. No tiene reparación. De repente es un botón que de ser tan ensencial pasa a ser de lo mas inútil que puede haber. Hay que repararlo, si o si.
Lo primero que te viene a la cabeza es que ya no tienes tu iPhone contigo
Bien, y eso haces, resignado lo llevas al servicio técnico (no se si oficial o no oficial) y te dicen que estará para mañana a ultima hora ya que se necesitan unas “horas” para reponerlo y tienen trabajo acumulado. Ahí empieza tu pesadilla del siglo 21. Quedarte sin tu iPhone… Nooooooooooooooooooooooo!
Son las 7 de la mañana, tu despertador Casio de toda la vida con el “snoozer” incluido se pone a sonar como un bestia. Tu novia que duerme plácidamente al lado es la que se despierta con ese aterrador sonido y es ella la que a codazos te hace empezar tu “día sin iPhone”.
¿Y ahora que? No hay Facebook que mirar mientras tomas la leche con Cola-Cao, no hay Whatsapp alguno al que contestar de tus amigos que anoche salieron de fiesta, no hay ningún periódico digital en el que informarse, no hay donde ver el tiempo a estas horas, no hay aplicaciones que abrir para matar la “ansiedad” de consumir información y tecnología. Vaya desayuno!!
Bueno es posible que tengas un iPod Touch o un iPad… quizás eso te ayude, pero si no tienes nada mas, tu día va a ser difícil. Y no lo será porque el ser humano no pueda vivir sin un iPhone, lo será porque tus hábitos han cambiado, tu forma de pasar las horas del día se han acostumbrado a mirar a tu iPhone y a usarlo con o sin motivo.
Muchas veces lo usamos solo por “gula”, porque está ahí. Pero es cierto que ya no podemos pasar un día sin él y todo lo que eso significa.
Pasará el día entero, sufrirás cierta ansiedad por tener que aguantarte, sentirás envidia de tus amigos y del resto del mundo ya que ellos si que consumen información, sentirás pena e intriga porque tu preciado aparato está en manos de otro y podrían ver tus cosas, sentirás que te falta algo, sentirás que cuando lo tengas de nuevo lo usarás compulsivamente para compensar este vacío de ahora, etc…
Sea como sea tu día sin iPhone, recuerda que las personas están a tu lado, y hablan y escuchan y que los periódicos para informarte aún los venden en los quioscos, y que tus amigos de verdad están “a mano”. Si te falta el iPhone, no pasa nada, descansa y date un paseo mientras conversas con tu amigo al que la crisis le está agobiando mucho. Tómate un cafe mientras le dices a tus amigos cara a cara que les necesitas y que les echas mucho de menos… Si te falta el iPhone un día, aprovecha y vive un día.