Hace ya un tiempo, Samsung se hizo bastante popular dado que uno de sus dispositivos se incendiaba con cierta facilidad, lo que molestó a multitud de usuarios. Sin embargo, gracias a ello, poco a poco se han ido viendo más casos similares en otras firmas, y Apple no es ninguna excepción, si bien es cierto que son cosas puntuales.
Un iPhone XS Max se incendia en Ohio
En este caso, recientemente hemos descubierto la historia de Josh Hillard, un chico de Columbus, Ohio, que compró un iPhone XS Max y que poco después de un mes se ha quedado sin él debido a que se le incendió dentro del bolsillo, quedando más bien poco del mismo.
Y es que, por lo visto, parece que Josh ya contactó con Apple en su momento porque su iPhone se calentaba en exceso, y a pesar de ello le dijeron que no le diese importancia, cosa que no ha acabado del todo bien, pues cuando lo llevaba en su bolsillo, notó que empezó a arder y a expulsar humo, para finalmente quedar hecho añicos. Así es como lo relata él mismo:
Desde el momento en que noté por primera vez el fuego y extraje el móvil de mi bolsillo para colocarlo en otro sitio, inhalé MUCHO humo.
Pero, sin duda alguna, tal vez el mayor problema fue cuando trató de contactar con Apple por este mismo motivo, pues decidió acudir a un Apple Store con el teléfono y ni el tiempo de espera ni las respuestas le acabaron de convencer, tal y como cuenta:
Después de pasar unos 20 minutos con una empleada y responder a las preguntas, ella retiró la tarjeta SIM en un esfuerzo por conseguir la información del dispositivo, pero no se podía ver con claridad.
La empleada me dijo que tenía que llamar al equipo de seguridad, llevó el teléfono a una habitación trasera y no me devolvió ni me informó sobre el estado de mi problema durante unos 40 minutos. Después de recibir este mal trato con cero compromiso por parte del equipo mientras esperaba, encontré a un gerente para localizar a la empleada con mi iPhone.
La empleada volvió a aparecer con el teléfono ya empaquetado y me dijo que lo iban a devolver al equipo de ingeniería. El gerente se me acercó y me dijo que esta era la única manera de que yo pudiera recibir un teléfono de reemplazo.
No me dieron otra opción y me dijeron que no se podía hacer nada por mí en la tienda si no podían conservar el teléfono dañado. Pregunté por mi ropa y me dijeron que no podían hacer promesas hasta que el teléfono fuera comprobado. Me fui una hora antes de que la tienda cerrara y no estaba satisfecho con el servicio de atención al cliente en la tienda, recuperé el teléfono dañado y volví a casa.
Como habrás podido comprobar, la historia es bastante trágica, y al parecer también Josh ha decidido compartir algunas fotos del propio dispositivo, en las que se puede apreciar con todo lujo el problema en cuestión y cómo ha quedado finalmente: