A través de Digitimes, en un artículo publicado por ET News, se ha contado algo muy interesante de Apple. Afirmaron en un informe anterior que Samsung será la proveedora de pantallas OLED para los iPhone. Algo que ya hemos leído en otras ocasiones y que ya damos por hecho. El problema está en que la manzana mordida depende de su rival directo y de otras compañías para desarrollar su producto estrella. Esto le limita y le supone un gran riesgo, ya que la fabricación podría retrasarse unos meses o ser insuficiente. En el nuevo artículo hablan de los movimientos de Apple para desarrollar sus propios paneles OLED. Muy atentos, porque esto huele a carta de independencia de la manzanita, aunque no será tan fácil como contarlo.
Apple quiere fabricar pantallas OLED
La noticia nos habla de que Apple ha comprado máquinas de deposición de vapor químico. Con esta maquinaria se fabrica los ansiados paneles OLED. Este tipo de máquinas no son fáciles de conseguir ni baratas. Se fabrican muy pocas al año y están altamente limitadas. Casi todas las existentes pertenecen a la empresa japonesa Canon Tokki. Apple no busca fabricar pantallas de forma directa, por eso no ha comprado esta compañía ni otra similar.
Lo que ha hecho es establecer un acuerdo para comprar la maquinaria y dejársela a otra empresa. Esa segunda empresa sería la que se encargaría de fabricar las pantallas que después irán al iPhone. Puede ser Samsung, puede ser LG o una empresa menos conocida. Podríamos decir que Apple paga la maquinaria pero quien la usa es otro, aunque sea para beneficiar a la manzanita.
El problema de Apple con las pantallas OLED
Casi todos los fabricantes y las empresas de tecnología coinciden con algo: el futuro inmediato es la pantalla OLED. Mejoran la gestión energética del teléfono. Cuentan con unos colores más vivos y brillantes, lo que no significa que sean más naturales. Son más delgadas y tienen un margen de evolución y mejora que aún está por explotar. En definitiva: que tienen ventajas que los usuarios buscamos y el mercado desea. Apple no tiene casi nada con este tipo de paneles. Lo único que encontraremos es el Apple Watch.
El iPhone quiere dar el salto a los paneles OLED, pero es un paso complicado todavía. Los proveedores son excasos y la fabricación lente, por ahora. El iPhone 8 podría retrasarse o incluso presentar problemas, ya que depende de empresas que aún no están capacitadas para tal producción. Apple conoce los riesgos y tratará de evitarlos, aunque no sabemos cómo. Habrá que esperar para verlo. ¿Lo presentarán en septiembre? Seguiremos informando.