Siempre es importante tener buenos abogados, y más si tu tamaño es el de Apple. Es que el mundillo de los derechos intelectuales, destacándose allí dentro a la tecnología, se sostiene sobre un grupo de marcas y patentes -de exclusiva explotación- que puede significar para el titular de la patente millones y millones en regalías… o en juicios. Y los de la manzana son expertos en eso.
Ahora, y en el marco de una interesante estrategia jurídica, habría iniciado un nuevo proceso judicial con intenciones que se reconozca la no utilización de la patente “Teclado Universal”, objeto de otro reclamo paralelo en su contra.
La empresa titular de la patente, Princeps, se encuentra en litigio también con Asus, Google y Samsung…
Al parecer, el epicentro del conflicto es la patente N° 6703963 (Estados Unidos, 2002), propiedad de la compañía Princeps. Y la historia dice que, en junio de este año, dicha empresa habría presentado una demanda en contra de Apple por supuestas violaciones a sus derechos intelectuales.
Según Timothy Higginson, creador del avance tecnológico, la patente en cuestión resuelve “problemas técnicos relacionados con dispositivos de entrada de datos, y en particular, problemas relacionados con la utilización de dispositivos de entrada de datos de perfil pequeño”. Básicamente, se trata de la adaptación del teclado QWERTY para usarlo con una mano o con dos pulgares (muy similar a la solución que implementó Apple en los teclados del iPhone y del iPad).
Empero ahora, Apple -mediante una nueva demanda- se defiende y señala que las modificaciones que Higginson hizo a la patente (antes de la adjudicación en 2004) son evidencia de su no utilización. En la presentación judicial, sostiene que la ejecución en el iPhone no es idéntica justamente por la variabilidad de los “controles de dominio”. Destaca -entre otras cosas- a los botones “globo” y “emoji” como distintivos de su teclado, y específicos para el uso de sus dispositivos.
Y luego es más dura aún al referirse a la otra parte, Princeps, quien para los de Cupertino “no es practicante” sino que se configura como una “entidad de aserción de patentes”, creada exclusivamente para explotar esos derechos económicamente, incluso en instancia judicial.
Obviamente, la intención es socavar la pretensión original de la empresa titular de la patente, y tal vez negociar mejores condiciones de explotación. Es de destacar que la misma Princeps, se encuentra en litigio también con Asus, Google y Samsung por la misma patente. Por lo que no es novedad lo que aquí está sucediendo.