La novela “Uber vs. Taxistas” suma un episodio más. Cuando parecía que la arremetida de los choferes de taxi –junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires– tenía contra las cuerdas a la red de transporte privado Uber, un nuevo fallo judicial a favor de ésta última parece reavivar las llamas de un conflicto que tiene en vilo a las grandes ciudades del mundo.
Los denunciantes pretendían, como sea, hacer cesar al servicio que brinda Uber.
Hace algunas semanas, les contábamos que la judicialización de esta disputa estaba in crescendo y que los denunciantes incluso pretendían vincular al actual Presidente Macri con el CEO local de Uber. El fin: hacer cesar, como sea, el servicio que brinda Uber a través de su aplicación móvil contactando a choferes privados con personas que necesitan viajar de un lado a otro.
En ese sentido, el sindicato de taxistas -siempre activo en este tironeo- fue el primero que determinó un objetivo: el grupo de choferes registrados. Y por ello, se presentó una denuncia penal contra 33 conductores de Uber por la presunta comisión de los delitos de “entorpecimiento del transporte, desobediencia, competencia desleal, instigación y asociación ilícita”, con el patrocinio legal del reconocido abogado Cúneo Libarona.
Sin embargo, como quién diría, el tiro les salió por la culata (del taxi). Porque el Juez de Instrucción, el Dr. Luis Zelaya, rechazó de plano la denuncia por “inexistencia de delito”.
Fiscal Ballestero: “Uber busca desarrollar una actividad comercial lícita bajo un modo de asociación con fines legítimos”.
Y eso no es todo, porque la decisión del juez tuvo sustento en el dictamen previo del Fiscal, el Dr. Jorge Ballestero, quien también había pedido desestimar la denuncia penal concluyendo que “la aparición de Uber busca desarrollar una actividad comercial lícita bajo un modo de asociación con fines legítimos”.
Juez Zelaya: “Todo parece girar en derredor de la disconformidad de los taxistas con la aparición de un competidor“.
Por su parte, en el fallo, el Juez se suma a los dichos del Fiscal y sostiene que “no parece lógico que la intención de los acusados esté o haya estado orientada a entorpecer el transporte al que pretenden sumar sus servicios”, y finaliza con un llamado de atención para los taxistas diciendo que “todo parece girar en derredor de la disconformidad de los denunciantes con la aparición de un competidor comercial. Sin embargo, todo indica también que este fuero penal no es la vía apropiada para resolver el conflicto”.
Excelente fallo, excelente antecedente que le agrega condimiento a una puja generacional que podría cambiar profundamente los modelos sociales que conocimos hasta hoy.
¡Nos vemos en una semana!
