Cambios de paradigma, nuevas reglas de juego. Este 2017 fue el primer año -luego de muchos- en el que la Argentina privilegió nuevamente a la importación de tecnología, puntualmente relacionada a computadoras de escritorio, notebooks y tablets. Y justamente esta última categoría se mostró como la más beneficiada con la reducción a “0” de los aranceles comerciales, con un importante incremento de ventas -al contrario de las tendencias mundiales-.
En 2014, las ventas globales de tablets superaron las 230 millones de unidades. Para 2015, se redujeron a 200 millones, y en 2016 a 175. Sin embargo, en la Argentina se muestran actualmente en alza. Las tablets importadas -durante la primera mitad de 2017- crecieron un 75% en relación al año anterior. Ingresaron 772 mil equipos, contra los 445 mil de 2016, de acuerdo a lo informado por la Cámara Argentina de Multimedia, Ofimática, Comunicaciones y Afines (CAMOCA).
Según la consultora GFK, hasta julio, la demanda de tablets había aumentado un 33% en la Argentina respecto de 2016.
Y los números podrían mejorar, porque se presume que solo entre julio y agosto de este año ingresaron otros 600 mil equipos, lo que sería un record absoluto. Especialistas del sector creen que se alcanzarán los 2 millones de unidades vendidas al cerrar el año (en CAMOCA estiman que se rodará entre 1,7 y 1,8 millones), lo implicaría un crecimiento de -al menos- un 25% respecto de igual período anterior. En México, por ejemplo, significativamente más grande que la Argentina en términos comerciales, se estiman ventas por 3 millones de tablets en el presente año.
¿Las razones? El auge de ventas estaría sustentado en diversas causas. Remarcar primero que el Gobierno Nacional adquirió 100 mil tablets, a través del Ente Nacional de Comunicaciones, en el marco de la implementación de diversos planes sociales (para escuelas y adultos mayores). Así también la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de San Luis, que adquirieron varios miles para idéntico destino. Pero el factor más importante, sin dudas, es el mercado minorista que repentinamente vio una baja en los precios (en el caso del iPad, por ejemplo, se redujo a la mitad), colocando a las tablets entre los regalos preferidos -y más accesibles- tanto para adultos como para niños.
Eso sí, un 93% llega desde China y un 3% desde Brasil. Los artículos ensamblados en Tierra del Fuego se redujeron a números testimoniales.
La quita de aranceles a tablets significa pagar 76 puntos menos respecto de un smartphone en Argentina.
Es que se dejó de aplicar un 35% en concepto de arancel (más 21% de IVA) y otros impuestos internos, lo que significa un valor para el consumidor final de 76 puntos menos respecto del precio de un smartphone. En Grupo Núcleo –que comercializa PCBox, Lenovo y Alcatel, y tiene el 15% del segmento-, aseguran que solo en agosto se vendieron 240 mil equipos de entre $ 1.000 y $ 1.800. “En su mayoría son de siete pulgadas, pero empezó a tener un repunte la de 10; los padres jóvenes están haciendo un recambio de las tablets de sus hijos”, dijo Mauro Gerrerro, Gerente Comercial.
De todas maneras, diferentes actores del sector también admiten que se espera que esta tendencia eventualmente cambie de dirección y se ubique a la baja lógica, como ocurre a escala global.