¿A quién no le ha ocurrido de olvidarse alguna contraseña? Ya sea porque tenemos muchas y lo recomendable es que no sean todas iguales, porque estamos acostumbrados a que la contraseña venga automáticamente propuesta por nuestro navegador o programa específico o porque sólo usamos el Touch ID y nos hemos desentendido del problema. Los motivos que pueden llevar a perder la contraseña del ID Apple pueden ser múltiples, la solución es una.
Pocos y simples pasos para poder restablecer la contraseña de tu ID de Apple
Ya sé que a más de uno le parecerá una tontería pero como nadie nace sabiendo me parece justo que el novato en dispositivos Apple tenga una guía básica para restablecer su contraseña desde su Mac o PC.
La primera cosa que deberás hacer es ir a la página web del ID de Apple tocando este link.
Deberás tocar la opción “Restablece tu contraseña”.
Luego escribe tu ID de Apple y toca el botón “Siguiente”.
A continuación puedes elegir entre las dos opciones que te da Apple: recibir un correo electrónico o contestar las preguntas de seguridad (que ya elegiste en el momento de crear tu cuenta).
Si eliges la primera opción te llegará al correo electrónico, con el cuál creaste tu cuenta, un mensaje con los pasos a seguir para restablecer tu contraseña.
En el e-mail que te llegó debes tocar el link (Restablecer ahora) que te lleva a la página para generar tu nueva contraseña.
Si en vez para restablecer tu contraseña prefieres responder a las preguntas de seguridad deberás, en primera instancia, introducir tu fecha de nacimiento, luego tendrás que responder a dos preguntas seleccionadas al azar entre las que habías elegido en el momento de crear tu ID Apple.
Te aparecerá también en este caso la ventana para ingresar tu nueva contraseña.
Luego de escribir tu nueva contraseña y confirmarla (la misma deberá tener al menos ocho caracteres, una letra mayúscula, una letra minúscula y un número) toca “Restablecer contraseña”.
Recuerda que es importante no tener contraseñas demasiado fáciles y que siempre es preferible que sean distintas. Si siempre usas la misma y tienes la desgracia de que alguien te la robe o la descubra, quién acceda a ella tendrá la llave maestra para todas tus cuentas.