Las cuatro grandes de la tecnología se encuentran en el ojo de la tormenta. Tanto es así que los mismísimos CEO de Google, Facebook, Amazon y Apple se han visto obligados a desfilar frente a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para dar explicaciones sobre sus prácticas comerciales. Desde el tratamiento indiscriminado de datos hasta las ventas de productos robados, desde el monopolio de la publicidad hasta las exigencias de las tiendas de aplicaciones. Todo bajo la lupa.
El “derecho a reparar” y la cambiante postura de Apple…
La cuestión es que, como parte de la investigación, la Cámara de Representantes se hizo con diversos correos electrónicos internos de las empresas. Algunos ya han dado sus frutos y otros recién ahora se divulgan. Es en ese marco que se conoció la postura de Apple frente al “derecho a reparar”.
El “derecho a reparar electrónica” es la facultad de los usuarios y consumidores de arreglar y/o modificar los productos electrónicos que les pertenecen. Si bien es evidente que uno debería poder reparar aquello de lo que es dueño, conlleva un largo debate detrás que tiene como excusa a los servicios “oficiales”. La buena noticia es que tanto Europa como Estados Unidos están muy avanzados en el tema y, para el próximo año, podrían tener legislaciones al respecto.
En 2019, iFixit envió un correo electrónico a Apple en consulta y solo con ello provocó una serie de correos electrónicos internos: “¿Cuál es nuestra estrategia de reparación?” era el asunto…
Dicho esto, es de destacar que fueron los chicos de iFixit -reconocida empresa por sus “rankings” de reparación- quienes revelaron las discusiones internas de Apple en relación a este tema. Al parecer, los de la manzana han ido modificado su postura frente al crecimiento de los talleres de terceros.
De hecho, es sabido que -hasta hace muy poco- Apple restringía el suministro de repuestos y manuales a proveedores “oficiales” y “autorizados”.
Según las comunicaciones dadas a conocer por iFixit, el criterio interno habría cambiado en más de una oportunidad. Lo cual permite presumir que ni la gente de Apple sabe qué camino tomar.
En un primer correo electrónico se destacan varios puntos del “programa de reparación de piezas originales”. Lo toman como una mejoría de cara al cliente. Entienden que puede ser un valor agregado poner a disposición de talleres independientes repuestos originales. Pero luego borran todo con el codo al sostener que el taller debe estar “certificado” por Apple. ¿En qué quedamos? Nadie sabe.
El caso más paradigmático fue el de la publicación de los manuales del iMac. En 2019, iFixit envió un correo electrónico a Apple en consulta y solo con ello provocó una serie de correos electrónicos internos: “¿Cuál es nuestra estrategia de reparación?” era el asunto. La conclusión fue que el equipo que publicó los manuales de reparación no recibió “ninguna autorización”.