A Apple últimamente no le están saliendo muchos amigos. Entre los juicios pendientes por acusaciones de monopolio, los establecidos por infracción de patentes y demás asuntos jurídicos con los que tiene que lidiar todos los días, le ha salido uno nuevo. Any Yen el fundador de Proton VPN afirmó que Apple se interpone en el camino de los derechos humanos al impedir una actualización de la aplicación. Pero parece que todo está solucionado, al menos en parte.
Apple ya ha solucionado el problema con Proton aunque las tensiones siguen
El fundador de Proton Technologies, Andy Yen, ha escrito una carta abierta en la que afirma que Apple se interpone “en el camino de los derechos humanos”. El problema principal es que Apple no aprueba una actualización de la aplicación Proton VPN para iOS que se produce en medio de la agitación en Myanmar.
Sin embargo desde Apple el asunto parece que se ha resuelto. Apple permite la actualización de las últimas versiones de la aplicación. El problema estaba en que no se autorizaba la actualización en Myanmar por otros problemas, no por temas arbitrarios de Apple.
Pero, el fundador de Proton ha aprovechado la ocasión para echar más madera al fuego. Como tiene algún que otro litigo con Apple por el tema del monopolio, ya que también ha acusado a la empresa californiana de ejercerlo, ha añadido a su lista la afirmación de atentar contra los derechos individuales.
El camino de lo sucedido queda resumido a continuación:
Todas las aplicaciones creadas por Proton, incluida Proton VPN, siguen estando disponibles para su descarga en Myanmar. Se aprobó la versión más reciente de ProtonVPN el 19 de marzo. Posteriormente Proton decidió programar y retrasar el lanzamiento de su actualización, poniéndola a disposición el 21 de marzo, mientras que posteriormente publicaba su publicación en el blog el 23 de marzo.
Lo que también es cierto y evidente es lo que dice Yen en la carta:
Podemos crear una Internet que promueva la libertad en todo el mundo. La situación en Myanmar muestra cómo los servicios encriptados son una parte esencial de esa Internet. Permiten a activistas, periodistas y ciudadanos comunes acceder a toda la red y comunicarse de forma privada. Cuando un régimen se vuelve contra su propia gente, esta capacidad de acceder y compartir la verdad puede salvar vidas. En términos más generales, un Internet libre e independiente es esencial para la democracia en el siglo XXI.