La adicción al teléfono podría estar creando cambios físicos en nuestro cerebro, según un nuevo estudio. Los investigadores analizaron la adicción de las nuevas generaciones a los teléfonos inteligentes y cómo se correlaciona con los cambios estructurales y funcionales en el cerebro.
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Adicción al teléfono también conocido como SPA
Recientemente, se ha introducido el término “adicción a los teléfonos inteligentes” (SPA) para describir el comportamiento adictivo relacionado con los teléfonos inteligentes y el deterioro físico y psicosocial asociado. En el estudio se realizaron análisis con escáneres de resonancia magnética en 48 personas, 22 de las cuales tenían adicción a los teléfonos inteligentes (SPA).
El estudio encontró que el SPA altera el cerebro de una manera similar a lo que los médicos ven en pacientes con problemas de drogas. Los hallazgos suelen empeoran a partir de ahí.
Este es un cerebro con adicción al teléfono (SPA)
Este dato no es nada extraño si tenemos en cuenta la creciente presencia de la tecnología en nuestras vidas. La adicción a los teléfonos inteligentes se ha convertido en un área creciente de preocupación entre los profesionales de la salud en la última década, ya que los dispositivos han invadido cada rincón de nuestras vidas.
Los niños los más afectados
Los efectos en los niños resultan especialmente preocupantes, debemos de tener cuidado como padres; de no permitir el uso de teléfonos inteligentes a niños cada vez más pequeños. Si los datos en este último estudio son precisos, es la primera evidencia física que vincula el uso de teléfonos inteligentes con los cambios físicos en el cerebro.
Las imágenes de resonancia magnética tomadas por los investigadores mostraron una disminución del volumen de materia gris en algunas partes clave del cerebro para las personas con SPA que para los no adictos. La corteza de la ínsula y la corteza temporal se vieron afectadas por SPA. El estudio también mostró que las personas con SPA sufren de “actividad reducida del estado de reposo de la corteza cingulada anterior”.
Los investigadores de la Universidad de Heidelberg cuestionaron la seguridad del uso del teléfono celular.
“Dado su uso generalizado y su creciente popularidad, el presente estudio cuestiona la inocuidad de los teléfonos inteligentes, al menos en las personas que pueden estar en mayor riesgo de desarrollar comportamientos adictivos relacionados con los teléfonos inteligentes”, escribieron.
¿La adicción al iPhone es un problema?
Los propios inversionistas de Apple han pedido a la compañía que realice estudios sobre la adicción a los teléfonos inteligentes entre los niños. Los de Cupertino lanzaron la función “Tiempo en Pantalla” para ayudar a los usuarios a frenar el uso del dispositivo, pero en un mundo donde tenemos cualquier tipo de información al alcance de nuestras manos es probable que se necesiten más cambios.
Los investigadores alemanes publicaron su estudio en la revista Addictive Behaviors a principios de este mes. Ciertamente no será la última investigación realizada sobre la adicción que todos sufrimos a los teléfonos inteligentes que están alterando nuestros cerebros.