Apple ha iniciado un viaje sin posibilidad de retorno. La llegada de los nuevos procesadores ARM diseñados por la compañía, los Apple Silicon, son un nuevo punto de inflexión en su historia, esta vez con los Mac en el centro de todas las miradas.
El nuevo cerebro, que se llama M1, se ha acomodado en, prácticamente, la totalidad de la gama de ordenadores de Apple. Por supuesto, eso incluye al Mac Mini, esa pequeña maquinaria de sobremesa que sigue dispuesta a darlo todo sin perder su esencia: un formato ultra compacto. En este análisis, nos centramos en el primer Mac de escritorio con procesador M1 de Apple para que puedas decidir si es tu compra ideal o no.
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Nos toca hablar de diseño continuista
Si algo funciona, no debe tocarse. Ese debe haber sido el lema de la compañía californiana este año en lo que a diseño se refiere. Evidentemente, este año tocaba arriesgar en componentes y, no cabe duda, que el M1 lo confirma. El Mac Mini de este año no sorprende visualmente. De hecho, conserva las mismas dimensiones que su predecesor, 3,6 x 19,7 x 19,7 cm, pero con un peso un poco más ligero.
Sí que hay cambios en los acabados. No en la calidad de los materiales, que siguen siendo los mismos. Más bien, nos referimos al color que, de nuevo, devuelve al Mac Mini el traje plateado de generaciones pasadas y que permite diferenciarlo de su inmediato predecesor. Decimos adiós, de esta manera, al Space Grey, que ya no está disponible para su elección.
Más allá del aspecto del Mac Mini 2020 con M1, el diseño engloba, en este caso, las opciones de conectividad que ofrece este producto. En espacio tan reducido hubiera sido asumible que varios puertos desapareciesen. Sin embargo, por muy mini que sea, este Mac no deja de ser un ordenador de sobremesa y, como tal, debe ofrecer todas las opciones posibles en este sentido. Apple ha dotado a este Mac Mini de una conexión Ethernet LAN, dos puertos Thunderbolt, HDMI, dos USB y un conector de audio para auriculares. Una particularidad que nos hace mirar de nuevo hacia el M1 es que, gracias a él, este pequeño ordenador es capaz de lidiar con dos pantallas. Así, se puede disfrutar de una resolución 6K a través de Thunderbolt y de una resolución 4K a través de HDMI 2.0.
El rendimiento del M1 impresiona
Puede que a estas alturas ya te hayas preguntado si el cambio de procesador le ha sentado bien a este emblemático producto de Apple. La respuesta corta es un rotundo sí. Las pruebas revelan que no existen diferencias entre la versión que incluye el procesador M1 y la anterior, con procesador Intel. Incluso, parece haber un grado de mejora en el rendimiento gracias, en parte, a la mejor optimización del sistema operativo.
El M1 es un procesador de 8 núcleos con potencia suficiente para mover las herramientas más pesadas sin despeinarse. Por lo tanto, cabe esperar que este nuevo modelo será capaz de hacer todo lo que hacía el Mac Mini de 2018 y mucho más. Evidentemente, por su naturaleza, mejora, además del rendimiento, la eficiencia y reduce el consumo energético. Este nuevo procesador de Apple no se achica ante programas de renombre como Final Cut Pro, donde, en realidad, promete ser seis veces más rápido
Con la llegada del M1 llegan las aplicaciones iOS a Mac. Esto abre un mundo de posibilidades a los usuarios, pero también a los desarrolladores. Esperamos ver grandes títulos de la App Store haciendo acto de presencia en el entorno de escritorio. Como puedes imaginar, esto no engloba solamente a las aplicaciones, sino, también, a los juegos. El M1 se siente cómodo moviendo los títulos diseñados para el iPhone y para el iPad que, hoy en día, cuentan con gráficos realmente impresionantes.
Por último, debemos hablar de Rosetta 2. Este traductor se encarga de hacerle entender al nuevo procesador de Apple las instrucciones del software no adaptado. Por eso, no es necesario que los desarrolladores adapten sus aplicaciones inmediatamente con la llegada de los nuevos Mac. De hecho, según los expertos, desde el punto de vista del usuario, Rosetta 2 pasa inadvertida y el rendimiento ofrecido en aplicaciones no adaptadas a la nueva arquitectura es impresionante. Se confirma, entonces, que comprar un Mac Mini con procesador M1 no se traducirá en problemas de compatibilidad.
Este nuevo modelo también tiene sus sombras
Hay dos puntos negativos que es obligatorio mencionar. En primer lugar, el M1 comporta sacrificios notables, sobre todo en las opciones de memoria RAM. La anterior versión con Intel podía ser configurada con un máximo de 64 GB de memoria RAM. En este caso, nos quedamos en los 16 GB, un verdadero problema para los usuarios más exigentes.
Por otro lado, este Mac Mini no puede ampliarse tan fácilmente. Y es, precisamente, en el apartado gráfico, donde se ven acentuadas dichas carencias. Este nuevo modelo no admite la conexión de una tarjeta gráfica externa. Esto es un punto débil que hará que algunos posibles compradores se echen atrás.
Mac Mini 2020 con M1: la opinión de iOSMac
El Mac Mini 2020 con procesador M1 destaca, ante todo, por su rendimiento. Su diseño es continuista y, más allá de los buenos acabados, no impresiona en absoluto. No obstante, este año todas las miradas se centran en el cambio de procesadores que Apple ha impulsado. Y, al parecer, es todo un acierto. Si estás buscando un ordenador potente, compacto y eficiente, el Mac Mini 2020 es una excelente compra. Sin embargo, no te lo plantees si necesitas una gran potencia gráfica o unas opciones de ampliación solventes. En ese caso, este nuevo modelo cojea, y mucho.
Las primeras versiones no son las mejores ni las más longevas. Antes de comprarlo tienes que evaluar las aplicaciones que usas y ver si llegará pronto la versión nativa. Es un Mac mini potente pero no para uso profesional. Ahora bien si el uso va a ser las apps nativas de Apple (Final Cut, Logic Pro, iWork …) no encontrarás ningún problema.
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