Se ha hablado mucho sobre la eliminación del Touch ID por parte de Apple en los nuevos modelos de iPhone. Los últimos que incluyen esta tecnología son los iPhone 8 y 8 Plus, que llegaron junto al iPhone X. Este último dijo adiós a la detección de la huella y hola al Face ID, el detector facial que te permite pagar, desbloquear tu dispositivo y tomar mejores selfies. Hace dos años era difícil implementar el Touch ID bajo la pantalla, pero ahora ya no solo es posible, sino que muchos fabricantes lo están haciendo. La duda ahora es si Apple volverá a implementar esta tecnología o la olvidará para siempre.
Lo bueno y lo malo del Touch ID
Lo bueno es que el dispositivo puede estar en cualquier posición. Con solo poner el dedo sobre la pantalla o el sensor, se desbloqueará. Es rápido, es cómodo y no requiere de buena iluminación. Pero toda tecnología tiene sus ventajas y desventajas. El lado malo del Touch ID es que con las manos mojadas o húmedas no detecta la huella. También que no es tan seguro como el Face ID y que supone un reto para los ingenieros.
Si bien es cierto que ya lo implementan muchos bajo las pantallas, no es como desearíamos los usuarios. Detecta nuestra huella, sí, pero no como el sensor de los iPhone 7 u 8. Es algo más lento y problemático que antes, lo que supone un claro problema. Es cómodo usar el detector de la huella, pero si falla o va más lento que captar el rostro, bienvenido sea el Face ID. Apple no podría implementar un Touch ID que no funcione tan rápido como el de sus modelos anteriores o que falle.
¿Es el Face ID un método eficiente como para ser el único?
La primera generación de Face ID y su implementación en el iPhone X no es perfecta. Está claro que siempre hay margen de mejora. De hecho, con el iPhone XS y XS Max se ha conseguido acelerar este proceso y darle agilidad. Ahora es más preciso y, tal y como esperamos, lo será aún más en las próximas generaciones. Frente a un detector de huella, puese suponer una ventaja en ciertos aspectos y disositivos, como el Mac, aunque también deja que desear en algunos momentos. En la noche o la oscuridad, puede fallar o no detectar el rostro. También si se lleva el rostro cubierto con gafas o algún elemento estravagante.
Es a día de hoy un método seguro y preciso, aunque no estaría mal contar con un método alternativo para bloquear el iPhone y proteger nuestros datos y nuestro contenido. Al fin y al cabo, no a todos les gusta esta tecnología y la huella también era cómoda. Así, vemos que hay un dilema entre integrar o no de nuevo el Touch ID en los futuros iPhone.
Las posibilidades de Apple en el iPhone y el iPad
Apple podría resucitar el Touch ID y combinarlo con Face ID para sus próximos modelos de iPhone e incluso iPad. Podrían incluir el sensor en la parte baja de la pantalla para que, pongas el dedo donde la pongas, se desbloquee sin problema. Claro que para esto tendría que ser ágil, rápido y eficiente, como ya hemos comentado. En caso contrario, es decir, de no implementar de algún modo el Touch ID, podría desaparecer por completo de sus dispositivos móviles. También de los Mac a largo plazo en favor del Face ID, que en ellos tiene aún más sentido, ya que nos sentamos frente a la pantalla.
Aún hay dudas, aunque desde mi punto de vista, no volveremos a ver detector de huella en un iPhone. Me cuesta creer que Apple pueda admitir que quitarlo fue precipitado.