Apple fue acusada a finales de 2017 y principios de 2018 de la ralentización de los iPhone de forma deliberada. Después de que un usuario sospechase que la velocidad de su iPhone no era la de siempre y se pusiera a investigar un poco más, destapó una práctica de la compañía americana, que no gustó a casi nadie.
Ahora Apple debe empezar a pagar compensaciones por esa práctica que aunque pueda parecer útil y lógica para los dispositivos, desde luego, no son formas de hacerlo.
Apple pagará hasta 500 millones de dólares por esta práctica de ralentización de los iPhone
Apple manifestó después de las acusaciones de ralentización deliberada de los iPhone, que lo hacía debido a que de esta manera los dispositivos duraban más tiempo y sobre todo y lo que es más importante, su vida útil era más eficiente y práctica.
Aunque puede sonar muy bonito, los usuarios no aceptaron tal excusa, sobre todo por lo que se pide a una empresa es que los dispositivos que te vende, lo haga sin trampa ni cartón. Esta situación se ha tomado como un pequeño (gran) engaño a los usuarios. No respeta los términos y condiciones entre fabricante y usuario.
Por este motivo, Apple tendrá que hacer frente a una serie de indemnizaciones económicas. Se calcula que hasta 500 millones de dólares para tratar de poner fin a esta historia. Apple pagará aproximadamente 25 dólares por cada iPhone elegible, con un pago total mínimo de 310 millones de dólares.
Esta ralentización le va a salir cara a Apple y eso que ha intentado solucionarlo por cualquier medio. Ofreció la posibilidad de reemplazo de batería a un precio muy bajo, introdujo nuevas funcionalidades para control de la batería en iOS 13. Sin embargo esto no ha conseguido que el enfado se diluya y por eso ahora le toca pagar.
Estas cantidades se unen a la multa que Francia impuso a la compañía, también por la ralentización de los iPhone. En total 25 millones de euros. Seguro que la historia no acaba aquí.