En los últimos días, la reconocida consultora Carrier y Asociados anunció su informe “Mercado Celular Argentino 2019” e hizo públicos algunos interesantes datos sobre la cantidad de teléfonos móviles activos en nuestro país. En el trabajo se desataca que, de todo el parque de smartphones, tan solo dos millones serían iPhone.
De lo que no caben dudas es que, la Argentina, es una plaza eminentemente “androide”. El sistema operativo móvil de Google estaría presente en el 93% de los teléfonos móviles activos. Mientras que los iOS alcanzarían apenas un pobre 6% (2.1 millones de unidades).
Tan solo dos millones de iPhone activos, apenas un 6% del mercado argentino…
El dato “positivo” para Apple es que no hay terceros en discordia. Porque plataformas como BlackBerry, Symbiam y hasta Windows Phone han desaparecido del mapa, resignando un 30% del mercado (luego de cinco años, y en línea con las tendencias globales), mostrando actualmente una tristísima participación -en conjunto- del 1% de la base instalada.
Según Carrier y Asociados, hay actualmente en la Argentina 34 millones de smartphones en uso, con un dominio prácticamente absoluto de Android. De hecho, los responsables del trabajo de análisis de mercado incluso advierten sobre “las dificultades que podría llegar a tener Huawei para imponer su propia plataforma” (en caso que decidan lanzarla).
Y, en ese contexto, los números de iOS cotizan mucho más.
En nuestro país, el iPhone ha sido “víctima” de políticas económicas que, durante casi una década, han obstruido su comercialización. Porque primero fueron los bloqueos a la importación y las medidas proteccionistas que favorecían a la producción en Tierra del Fuego. Pero actualmente son el tipo de cambio, la carga impositiva y la falta de inversión por parte de las telefónicas.
En la Argentina, hay 34 millones de smartphones en uso…
Asombroso es que, aún así, el teléfono de la manzana se haya hecho con el 6% del mercado argentino. La única vía durante años ha sido el “mercado negro”, con los riesgos que ello implica para el consumidor y las pérdidas que significa para el erario público. Hoy, lo más evidente de estos números es que la marca Apple mide bien entre los oriundos de estas latitudes.
Así, las expectativas de crecimiento para el iPhone en la Argentina son evidentes. De hecho, está prevista -para los próximos años- una importante reducción de aranceles a la importación de tecnología, lo que podría beneficiar a empresas que no tienen actualmente presencia física en el país, como Apple.