Cabe mencionar, antes de empezar este artículo, que lo dicho de inicio a fin se trata de un testimonio real. No se trata de desacreditar a una marca o dispositivo en específico. Tanto Android cuenta con muchas marcas de móviles compatibles y el iPhone de Apple existe en muchos modelos tanto nuevos como antiguos. Decidí dejar un iPhone 7 Plus en el primer trimestre de 2020, a inicio de plena pandemia, por un Xiaomi Mi Note 10 Pro. ¿Fue una buena o mala decisión?
Por qué Xiaomi por encima de otra marca de móviles Android
El precio y características, además de la estética del móvil, fue de mi especial atención. Comprar este dispositivo por 575 € con 256 GB de almacenamiento fue un inicio emocionante por el camino de Android. Ya había tenido dispositivos Android, desde Samsung de gama baja y media hasta de gama alta como el primer Moto X. También iPhone desde un iPhone 3G de segunda mano, pasando por un 4 (también de segunda mano) y un 6 (nuevo).
¿Por qué dejar el iPhone 7 Plus? Sabía que el precio bajaría radicalmente, además de que era un iPhone que ya estaba perdiendo vida útil de batería. Por alguna extraña razón, ya estaba en el 76% de capacidad y me duraba día y medio. La batería del iPhone es algo que he cuestionado desde siempre (lo puedes leer aquí) y cosa que ya ha mejorado pero a costa de tener uno de los iPhone más caros (como los iPhone Pro Max).
Necesitaba batería y una buena cámara, eso me hizo caer en el Xiaomi Mi Note 10 Pro. Fuera del tema de sistema operativo, la pantalla AMOLED de buen tamaño (6,47 pulgadas), el almacenamiento y el diseño fueron puntos a su favor. Ya estaba harto de los marcos y el Touch ID. Me acostumbré a un reconocimiento facial efectivo y un botón de huella dactilar en pantalla (algo deficiente por momentos). La batería me pareció algo monstruoso, estamos hablando de más de 5000 mAh, me duraba día y medio con un ritmo más o menos agitado (actualmente el día completo).
Acudí a una exposición de fotografías hechas por el Xiaomi Mi Note 10 Pro hecha antes de la pandemia y ahí nació el amor por los 108 MP. Claro, no imprimo las fotos ni mucho menos las comparto. El hecho de hacer el zoom es algo cautivante. Tampoco es algo tan extraordinario, ya hay otros móviles con 108 MP y no se volvió en algo imprescindible.
El único tema que me desagradó (ya no tanto hasta el día de hoy) fue el peso. Es un dispositivo pesado a la mano, casi 200 g (193 g) que en mucho tiempo de uso se termina sintiendo como un pequeño ladrillo. Se compensa con el tema batería y carga rápida.
Actualizaciones y personalización, temas cruciales entre cambio de sistema operativo (además de dejar un iPhone)
Sabía que si me cambiaba a Android no tendría mucho ritmo de actualización respecto a iOS. Tener un dispositivo de reciente lanzamiento hoy día me cambió el pensamiento por completo. He actualizado poco pero pasé de estar en Android 9 a Android 11. No me perjudica no tener Android 12 (que no ha sido lanzado en muchos dispositivos pero sí en gama alta premium) y no lo considero algo necesario.
El tema seguridad es algo crucial y en esto no hay comparación respecto a iOS y sus actualizaciones. Las capas de personalización de MIUI si me han aportado algo. Al inicio, MIUI 12 fue un caos total. Estaba a punto de dejar el Xiaomi porque era desesperante ver las transiciones tan lentas. Luego me di cuenta que tenía que hacer limpieza al cambiar de versión tanto de Android como de MIUI. No me terminó de encantar esto último, actualizar en iOS desde 0 se me hace más fácil que en Android.
Ahora en MIUI 12.5, la estabilidad y la fluidez regresó a mi dispositivo. Me parece un ideal hasta cierto punto. Lo real es que ya empecé a aburrirme de Android. Mantuve algunas capas de personalización originales de MIUI pero fue inevitable no ver la tienda de Temas. Personalicé muchísimo el dispositivo hasta el punto de instalar Nova Launcher. La magia terminó cuando los gestos de MIUI dejaron de ser compatibles con el launcher. Ya no se me hace raro ver a mi Android sin personalizar demasiado, eso mismo creo que me hace sentir aburrido al estar en la pantalla de inicio.
En iOS hay algo que ya no es tan nuevo, puedes cambiar los íconos aunque puede ser algo estresante si luego quieres cambiarlos por otros diseños. Eso me hace pensar que iOS ya tiene una esencia única. La de no personalizar el dispositivo salvo las propias apps por dentro. Algo que podrían hacer las propias apps de terceros es ofrecer un modo de cambiar sus íconos como lo hizo Instagram hace un tiempo. El hecho es que Apple no va a permitir tantos cambios que alteren esa esencia. Dicho esto, me gustaría regresar al iPhone y su estética tan monótona pero con un pequeño cambio.
Un iPhone ya no tan actual y un Android secundario que se adapte a mis necesidades
Pienso mantener dos móviles, uno principal y otro secundario. El iPhone sería el principal, basado en hacer las actividades diarias tanto de trabajo como de comunicación. Tareas multimedia sencillas que no hagan consumir mucha batería. El secundario pasaría ser el Android para todo aquello que signifique máximo entretenimiento en el exterior (al no estar en casa ahora con la vida tras la pandemia).
¿Por qué tener dos dispositivos diferentes? En ocasiones me toca dar asesorías a algunas personas que cuentan con Android, de hecho, una de las razones de mi cambio fue explorar los cambios del sistema operativo para poder hablar con voz propia sin guiarme de internet. Con el regreso futuro a iPhone, también me gustaría experimentar con lo nuevo de iOS 15 y tener un iPhone con Face ID (que no he tenido suerte de tener).
Con esta respuesta te puedo decir que me arrepiento del cambio. Pude arreglar ese iPhone 7 Plus de la batería y seguir utilizándolo hasta poder cambiar a un iPhone más amplio. De lo que no me arrepiento es de haber experimentado Android y poder tener voz propia de que no es un mal sistema operativo. Tiene defectos (como todos) y tiene virtudes. Si tienes la intención de cambiar de iPhone a Android para experimentar, ¡hazlo! Realmente no perderás nada salvo que tu ecosistema de trabajo podría cambiar.
El único dispositivo Apple que me quedaba era el Mac (ahora renovado por un M1, pronto el testimonio de uso en iOSMac) y alteró todo el proceso de trabajo que ya tenía con el iPhone y un iPad, además de un Apple Watch y Apple TV. Siempre hay que darse el tiempo para experimentar. Lo que debes de hacer antes del cambio es estar informado.
Busca todos los puntos buenos y malos del dispositivo que quieras adquirir. Con eso de que hay muchas marcas de Android, no todos son iguales, hay algunos que cuestan más y no hay diferencias tan marcadas entre gama alta y media. Igual con el iPhone, investiga qué te dejaría abandonarlo o actualizar a uno mejor. Lo último que puedo concluir sobre el asunto es que dejar un iPhone o dejar un iPhone por el sistema operativo es algo quizá más complejo de lo que parece.
Me gustaría que comentaras aquí abajo qué te parece el hecho de dejar un iPhone por un Android. ¿Lo has experimentado? ¿Pensarías en dejar un iPhone antiguo? ¿Vienes de Android y ahora tienes un iPhone? La caja de comentarios está totalmente abierta para ti.