No hace mucho que Apple puso en el mercado los AirPods 3. Seis años después, casi, la empresa americana saca el tercer modelo de lo que para mi, fueron uno de los productos estrellas. Unos auriculares bluetooth sin cables y que funcionaban muy bien y con unas características premium. El problema es que si la primera generación fue un éxito de ventas y copias de otras empresas, la segunda igual, la tercera versión no parece que esté triunfando en las tiendas. De hecho Apple parece que va a restringir y bajar un poco su volumen de fabricación. ¿Por qué puede ser?.
Los AirPods 3 ni sorprenden ni son lo que se esperaba que fueran
Cuando empezaron los rumores de los AirPods 3 a circular por las redes y los blogs especializados, tuve una sensación un poco diferente en relación con los otros modelos existentes en el mercado. Teníamos la segunda generación que supuso una verdadera evolución en los auriculares sin cables de la empresa. Junto con los AirPods Pro hacían una muy buena pareja. De hecho me creía lo que decía Tim Cook, sobre que se complementaban y que no se hacían la competencia.
Sin embargo con la tercera generación de estos cascos, me ha parecido que eran claramente una competencia de los Pro. Eso suponía que tenía que elegir entre los dos modelos y suponía que en caso de tener que decidirme me iría a por los auriculares de gama mas alta.
El precio además de esta tercera generación no ha ayudado nada a decidirse por ellos. Veamos: 199 euros la tercera generación de esto auriculares. Los Pro valen 279 y los de segunda generación 149. Yo creo que los de Apple pensaron que con esos precios, los usuarios se pensarían comprar los de segunda generación, porque por 50 euros más tenían algo bastante mejor y mas bonitos.
Sin embargo no ha sido así. Sigo pensando que es porque realmente no aportan nada que llame la atención o que un usuario se quiera gastar 200 euros por ello. Audio espacial es una pasada. Calidad de voz en HD, indispensable. Sensor de presión para funcionalidades, muy buena opción. Pero no es suficiente. Son casi iguales que los Pro. Sólo les falta la cancelación de ruido y es una función esencial.
La gente prefiere gastarse 79 euros mas y adquirir todas esas funciones y además la cancelación de ruido. Es fundamental en ambientes propias de ciudades hoy en día. Por eso es casi indispensable que los auriculares deban tenerlo de serie. Los usuarios que les guste la música disfrutarán más de ella. Pero claro, si pones unos auriculares que carecen de esta funcionalidad a 200 euros y aún vendes la segunda generación que tampoco la tienen por 50 menos. Compras estos últimos. Pero si añades esa cancelación por 79 euros mas, no lo piensas tampoco.
No quiero decir que sean precios populares. Quiero decir, que si te planteas comprar unos auriculares de esos precios, ya te da un poco igual 200 que 279. Sin embargo, si 279 te parece mucho dinero y no estás dispuesto, no te gastas 199 que suenan a 200, porque es mejor gastarse 149 que parece mucho menos dinero respecto a esos 199 que lo que realmente es.
Cuestión de marketing, supongo. El tema de cómo poner los precios para que resulten agradables a la vista y al oído. Pero de verdad, creo sinceramente en estas estrategias y en lo que se refiere a los AirPods de tercera generación, que cuestan casi 200 euros y no aportan lo que de verdad importa, la cancelación, la gente no los va a comprar. Piensan: Si no lo tiene no me gasto ese dinero, me compro los mas baratos. Pero quien lo quiere de verdad, y quiere Apple, se gasta los 279 euros.
Creo que debería haber eliminado del mercado la segunda generación, pese a que mi bolsillo agradece que no haya sido así.
No se qué pensáis vosotros.