Quienes me conocen o me siguen más allá de los artículos que publico en iOSMac.es, sabéis que soy escritor y que trabajo como redactor. Esto me obliga a tener que estar pegado a un teclado a diario. Si bien no todos los días escribo, porque tengo otras prioridades ahora mismo, me he dedicado durante año y medio a escribir en el iPad Pro. Antes de hacerlo en él, lo hacía en el iPad Air con un teclado de Logitech. Pues bien, a continuación hablaré sobre mi experiencia y sobre lo mejor y lo peor de escribir con el iPad Pro o redactar artículos y trabajar en el entorno de iOS. Muy atentos si queréis empezar a dejar atrás el Mac en ciertas actividades y ciertos usos.
El iPad Pro es mejor con un teclado
Y el que nos ofrece Apple en sus diferentes modelos es sin duda el mejor. Al menos a mí me da la sensación de que lo es. Hay dos tipos de Smart Keyboard, el de los iPad con marcos y botón Home y el nuevo para los iPad Pro rediseñados. El nuevo protege y se ajusta como funda, el anterior solo sirve como teclado y protege al cerrar el iPad por la parte de la pantalla. Pero para lo que se utiliza el teclado es para escribir, por lo que tendremos que analizar el tacto, las pulsaciones, la comodidad y otras variables. Logitech también tiene muy buenas opciones y propuestas que recomiendo.
Una vez que tienes el teclado, se lo pones al iPad Pro y es el momento de empezar a trabajar. Cualquir aplicación, incluso las de mensajería, funcionan con los teclados físicos. La experiencia es similar a la que tienes en cualquier ordenador, salvo por la diferencia de sistema operativo. Al no haber ratón, seleccionar texto y moverte entre el documento es algo más incómodo. Quieras o no, tendrás que hacerlo con los dedos, ya que con las fechas del teclado puede ser un proceso pesado y lento.
Lo mejor de escribir en el iPad Pro
Para mí, lo mejor es poder hacerlo desde cualquier sitio. Tengas o no conexión a internet, los archivos se guardan en el dispositivo y luego, cuando lo conectes, si lo tienes sincronizado con la nube, se subirá automáticamente. Puedes empezar el archivo en el iPad o editar algo y después ir al Mac o verlo desde el iPhone. Esta sincronización y esta integración hacen que escribir en el iPad Pro sea tan cómodo. También me gusta que la interfaz es limpia y el sistema, al estar algo más limitado, ayuda a que el usuario se concentre. En el Mac es mucho más fácil poner un vídeo en el navegador, abrir diferentes ventanas, etc. Y, si lo tuyo es la portabilidad dentro y fuera de casa, nada como el iPad Pro, sea del tamaño que sea.
En mi caso, trabajo con el iPad Pro de 12,9 pulgadas y, aunque sea algo grande, lo llevo a casi cualquier sitio. Con los nuevos o con el de 10,5 pulgadas, la comodidad es aún mayor. Ahora tienes teclado, ahora no. Un todo en uno que, si bien no te ofrece todo lo que te da el Mac a nivel profesional, puede ser más que suficiente para muchos.
Lo peor de escribir en el iPad Pro. Porque todo tiene un pero.
El pero de escribir en el iPad Pro o de trabajar con él está en que, para hacer grandes cosas, necesitas un buen software. Hay muchos gratuitos y a mí Pages de Apple me encanta, pero en iOS está algo limitado. Hay pequeñas funciones y detalles que echo en falta y que en Mac si están. Para poder disfrutar de una app de escritura o procesamiento de textos completa hay que pasar por caja. Encontramos muchas aplicaciones y servicios fantásticos, pero de pago. Ese es el problema que le veo al iPad Pro, que, si bien es fantástico, tiene mucho que mejorar todavía.