Muchas son las anécdotas e historias que hablan de las decisiones y el comportamiento de Steve Jobs. El fundador y CEO de la compañía podía ser muy admirado, pero también se ganó la fama de duro y exigente. Si algo se le metía entre ceja y ceja hacía lo posible hasta conseguirlo. Fue echado de la empresa que él mismo creó y más tarde le pidieron que volviera, dándole el poder para decidir en todo o casi todo. Hoy hablamos de uno de los elementos que diferencian a Apple de la competencia y que Jobs defendió a capa y espada.
Steve Jobs y las pegatinas Intel Inside
Quizás os hayáis fijado en que todos los portátiles del mercado presentan diferentes pegatinas al lado del teclado. En ellas se incluyen las especificaciones, el procesador y otros elementos del equipo. Esto era lo normal en el mercado hasta que Steve Jobs se negó a incluirlo en los MacBook. El usuario no necesita saber qué hay dentro de la caja del ordenador. ¿Para qué quieres conocer el nombre de sus componentes? Al usuario eso debe darle igual. Ha comprado un Mac y sabe que le funcionará a la perfección. El hardware no debe importar, o por lo menos no tiene que estar presente todo el rato.
Con esa filosofía y ese pensamiento, se negó a ponerle pegatinas a los ordenadores. Y es que no servían más que para afectar negativamente al diseño que tanto se habían trabajado. A día de hoy nos parece impensable que lleven una pegatina Intel Inside, pero por aquel entonces fue muy comentado. Steve Jobs explicó en una entrevista que se sienten muy orgullosos de Intel y sus procesadores, pero que eso no significa que deban poner la pegatina.
El iPhone tampoco quiso pegatinas de operadoras
Las operadoras móviles y las empresas de telefonía quisieron poner su sello en los iPhone. Al igual que los portátiles, estos tenían una pegatina o un grabado. Steve Jobs mantuvo su postura y se arriesgó a perder gran parte de la distribución. Para él era impensable que compañías ajenas a Apple pudieran ensuciar el diseño del iPhone con su nombre o su logo. La historia de los ordenadores se repitió con los smartphones. Terminales Sony, HTC, Samsung y otros tenían los logos de las operadoras con la que los comprabas. Los iPhone nunca los tuvieron. Fuera o no un terminal libre, su único dibujo o logotipo era la manzana mordida.
Y tú, ¿conocías esta historia de los MacBook y los iPhone? ¿Te imaginas el iPhone 8 con un gravado de Vodafone en la parte trasera?
