La omnipotente Google ya no se encuentra instalada en ninguno de mis dispositivos tecnológicos de la marca Apple. Ni en el iPhone, iPad o Mac que suelo utilizar a nivel personal. La razón no es otra que la falta de privacidad ante esta enorme compañía. Es cierto que yo sólo soy una gota en el inmenso mar de personas que utilizan sus servicios y que mi vida es bastante aburrida, para que le interese a nadie, pero es mi vida, MIA.
Ubicaciones, rastreos de Google y un largo etc.
En mi iPhone usaba de manera continuada Google Maps, Gmail a través de aplicaciones de terceros, Youtube..etc. Sinceramente me daba igual que la empresa americana me rastrease o me mandara anuncios personalizados teniendo en cuenta los mensajes de correo que mandaba.
Después de probar varias veces la nueva funcionalidad de iOS 13 de darse de alta de manera anónima a través de Apple, algo ha hecho que me saltara un pequeño resorte en la cabeza. ¿Por qué no lo hacen las demás empresas?.
Fue en ese momento cuando me plantee la posibilidad de dejar de usar Google. Básicamente, me pregunté, qué es lo qué realmente hago a diario. Recibir mensajes de correo, usar el GPS y tener una aplicación que me avise de mis reuniones/citas y recordatorios, aparte de tener algo donde apuntar ideas o notas y usar WhatsApp o Telegram.
Para ello: ¿Necesito complicarme la vida?, Sinceramente, no.
Demasiadas aplicaciones para hacer lo mismo han pasado a mejor vida. Apple brinda la posibilidad de recordarte las tareas, de gestionar tus citas, de llevarte a los sitios con GPS, de poder hacer documentos con formatos, casi cualquier cosa que necesites, lo resuelve Apple.
Entonces ¿Para qué más?.
Qué es lo qué me da miedo del gigante
Hace unas semanas estaba usando Google Maps y me dio por mirar a través del ordenador las opciones de configuración de mi cuenta. Me sorprendí para mal, porque Google había cambiado por decisión propia (puede que la culpa sea mía por no leerme las condiciones de privacidad que de vez en cuando cambia la empresa americana y te solicita que las leas) las opciones de privacidad.
Me había (re)-activado el rastreo de la ubicación y se podían ver dispositivos que había utilizado y que ya no tenía. Los cuales, se de sobra que no deberían aparecer porque se borrar los datos de un teléfono y lo hago de manera manual y revisando todas las configuraciones.
Pero la situación que terminó por hacerme decidir cambiar mi vida Googleiana, fue la manera tan invasiva que tiene de usar alguna de tus cuentas para iniciar sesión a través de la Web. Cuando menos te lo esperas, estás buscando información con la cuenta activada.
Realmente no pasa nada, pero si os digo que la cuenta de Google es compartida entre varios, Ahí ya si cobra importancia. Mas ejemplos los hay por ejemplo usando DuckDuckGo. Accedí a Youtube y al intentar reproducir un video me salta un mensaje que me alertaba que Youtube no podía reproducir el video en navegadores anónimos porque no me puede rastrear y me daba la opción de verlo directamente en la plataforma de Google.
Así podría seguir, escribiendo ejemplos hasta que se me caigan los dedos, pero creo que, si estás leyendo esto, estarás afirmando con la cabeza, estando de acuerdo con lo que lees.
Por todo ello he cambiado y he dejado a Google por el camino
Estoy usando las aplicaciones nativas de Apple, para recordarme las cosas, mis citas, tomar notas y escribir artículos o lo que me plazca, con algunos matices que mas adelante, en otra entrada que estoy preparando, os contaré.
No quiero aburriros demasiado porque realmente sabemos de lo que se habla en esta entrada. De Privacidad contra practicidad. Apple puede y es demasiado cerrada y a veces resulta insoportable. Google es facilidad pero claro, el precio puede ser muy alto.
Tenemos que decidir en algún momento de nuestra vida y de momento elijo la privacidad. No significa que quiera desterrar cualquier otro dispositivo, quiero decir que quiero desterrar Google. Lo haré aunque me compre un Windows.